DJ Méndez  conoció de parte del dirigente y vecinos sobre la lucha que ha dado un grupo de pobladores de esta comunidad rural de la comuna de Los Vilos mediante un litigio que se tramita en Tribunales y que da cuenta sobre una supuesta  asociación ilícita, en un proceso señalizado por entendidos en jurisprudencia como un caso de “criminalización de la protesta social”, según le informaron al cantante.

El artista solidarizó con la causa de las localidades impactadas por la mega minería, interiorizándose del conflicto catalogado por el grupo de vecinos “como un desamparo del Estado a estas comunidades ante el flagelo de la contaminación de los mega relaves tóxicos”, según expresaron.

Leo Méndez llego a las 17:00 horas de este viernes acompañado  de sus hijos y artistas de su sello, con quienes recorrió el pueblo  de Caimanes a pie.  Las calles antes polvorientas por la sequía y atenuadas por la lluvia de los últimos días, daban un marco cinematográfico dado el despliegue técnico y profesional del área  audiovisual.

El sábado Méndez  junto a varios artistas, entregaron un concierto gratuito inédito en el pueblo de Caimanes, desde las 15 horas, el cual  tuvo un retraso de 3 horas debido a que el grupo electrógeno  del escenario móvil sufrió una extraña falla, incluso a riesgo de incendio, y después de un urgente operativo de los técnicos  de iluminación, se logró improvisar un empalme el cual permitió dotar de energía y así cumplir con lo programado.

El evento se realizó en forma ordenada, sin incidentes, ni detenidos, y concitó una masiva presencia de público, más de 2500 espectadores, especialmente jóvenes y  familias, que llegaron a esta localidad a presenciar el espectáculo que contó con un equipo técnico conformado por cerca de 30 profesionales.

Ayer domingo, el artista nacional, hizo clara su indignación por la negación de la minera a permitir  filmar el tranque de relave tóxico  El Mauro, dijo frente al portón  de las dependencias de la minera “Esto ya no es Chile, no es el Chile que quiero para mis hijos ni para mis compatriotas...”.  El tranque es uno de los más grandes del mundo, de dimensiones gigantescas, 7 kilómetros de largo, y de una altura de 270 metros, con una cortina  construida en forma precaria y no sólida que hace temer a los vecinos de Caimanes ser parte de una zona pactada por el Estado y las empresas mineras, como zona de sacrificio ambiental.