Como comunidad de empresas comprometidas con el Desarrollo Sostenible, en ACCIÓN RSE hemos venido observando con preocupación el fenómeno de la caída en la confianza empresarial durante los últimos años. Nos inquieta que los negocios se distancien de las expectativas de sus distintos públicos de interés, que terminen instalándose los prejuicios y todo ello obstaculice el camino hacia un Chile“desarrollado, sostenible e inclusivo, con una mejor sociedad y personas más felices”

Con el fin de indagar en las causas de este estado paradójico que significa crecimiento económico acompañado de malestar social, en el último tiempo hemos realizado estudios para conocer las opiniones de líderes de opinión y ciudadanos. Este año, decidimos avanzar un poco más en esta necesaria “escucha”, a través de la investigación“Confianza ciudadana hacia las empresas en Chile: Un estudio en las principales capitales regionales del país”. La encuesta, realizada con el apoyo técnico de Ipsos, fue aplicada en el mes de julio a 967 hombres y mujeres  mayores de 18 años, de los segmentos C1, C2, C3 y D, residentes en Antofagasta-Calama; Valparaíso-Viña del Mar; Santiago; Concepción-Talcahuano; y Puerto Montt.

Entre los principales resultados, encontramos que a los ciudadanos les cuesta más identificar una empresa confiable que a una no confiable. Un 32% de los consultados señaló que no confiaba en ninguna y un 21% declaró que no sabía o no respondió a la pregunta “si tuviera que elegir una empresa en la que usted más confía, ¿cuál sería?”. Un 71%, en cambio, fue capaz de identificar sectores y empresas de los cuales desconfía.

En este estudio, además, indagamos los factores que más inciden en la generación de confianza:“que (la empresa) trate con justicia a sus trabajadores”, “que sea honesta y transparente” y “que cumpla lo que promete”, fueron las declaraciones más nombradas.

Sabemos que estamos en un contexto donde predomina la sospecha ante el mundo de los negocios; que hay grupos numerosos que se sienten abusados por las empresas, a quienes perciben como únicamente interesadas en maximizar sus utilidades; que perciben a sus tomadores de decisiones como faltos de ética, y que en ese ambiente, aquellas empresas que genuinamente están gestionando sus impactos bajo el prisma de la Responsabilidad Social Empresarial, se enfrentan a detractores que perciben cualquier acción o declaración como lavado de imagen.¿Cómo salir de esta espiral negativa?

Hoy más que nunca es urgente e importante que quienes lideran empresas instauren un nuevo marco de relaciones con sus respectivos públicos. Ese marco debe partir por sentar bases de reconocimiento y respeto, para que se planteen y escuchen sin prejuicios las expectativas mutuas. Ser también un espacio abierto para que puedan transparentarse los desafíos, las intenciones y las formas para llegar a ellos. Y, de manera ideal, establecerse un camino nuevo bajo la visión de aportar a la construcción de un Chile verdaderamente  humano, desarrollado y con paz social.