“La idea del suicidio súbitamente ha venido incubándose en mis pensamientos, como una larva surgida desde quien sabe qué oscuros designios”. Con esta frase inicia Álvaro Ruiz su tercera crónica del texto titulado “Morir en Lima”, uno de los tantos que forma parte de su libro “Prosa reunida”, publicado en febrero de este año por Albricias Ediciones con financiamiento del Gobierno de la Región de Coquimbo.

“La desesperanza es la incurable lepra de mis días...” sigue relatando más adelante Ruiz en esta especie de oda al suicidio en que alude a diversos autores, desde el Dante de la Divina Comedia hasta el Goethe de Los sufrimientos de joven Werther, pasando por una pléyade de escritores que trataron el tema en sus escritos o dejaron este mundo (o el de ellos) por voluntad propia.

No cabe duda que este poeta y maestro de poetas -lo digo porque es responsable de talleres literarios- ha leído a estos ilustres y letrados suicidas. Y los ha leído con ganas, con pasión como lo hace un lector insaciable. No para ofrecer una reseña de un texto ni para ofrecerlo en venta a un potencial comprador ni para hablar de ellos y posar de culto en el próximo cóctel.

Y sus lecturas se reflejan bien en esta publicación en la que reúne cuentos, crónicas, artículos y reseñas. Es una especie de popurrí en que Ruiz  nos muestra su oficio de narrador ya en el plano de la ficción, como en los cuentos que inician la obra, ya en el ensayo a través de reseñas de libros y de otras creaciones artísticas, notas necrológicas, uno que otro relato autobiográfico, una ponencia y también algunos poemas, suyos y ajenos.

“Poéticas de la muerte” es el título de la ponencia que Ruiz presentó en Monterrey en un congreso de escritores en 2010. En ese texto (páginas 60-67) el autor deja de manifiesto la profundidad de sus lecturas, su consistencia en el análisis y su calidad de redactor.  Uribe, Huidobro, Mistral, Teiller son poetas citados por Ruiz en su ponencia. Vale la pena una o más lecturas.

No se piense que la Prosa reunida solo habla de muerte(s) porque en realidad hay mucha vida en ella. En artículos como “Roque Dalton, un poeta universal” (Págs. 51-59) y en sus apuntes autobiográficos como “Carta de relación” (86-88) y en sus poemas (89-91) entre otros muchos textos escritos, en general, en los últimos cinco años.

 Autor de siete poemarios, desde “Dieciocho poemas” (1997) hasta “Cola de Gallo Poemas” (2010) y presente en numerosas selecciones o antologías poéticas, Álvaro Ruiz parece sentirse muy bien en la prosa, transita cómodamente de la ficción al ensayo, de lo local a lo internacional, de la sobriedad a la embriaguez y de la muerte a la vida.

Coincido con lo que ha dicho el escritor Ramón Díaz Eterovic, en una reseña de Punto Final: «“Prosa reunida”, suponemos, es un paréntesis en una obra poética que considero una de las más importantes dentro de mi generación, y que ha ido creciendo en profundidad y belleza con el paso de los años. Obra de un poeta que es más adepto al silencio que al bombo publicitario; más amigo del silencio que de las vociferaciones».

Como autor de la Provincia del Elqui, Álvarez estará presente el sábado 8 de noviembre en la Feria Internacional del Libro de Santiago (FILSA 2014) como cierre de las siete actividades de la delegación de la Región de Coquimbo, Región Magistral.

Por Gabriel Canihuante