El Programa Calle de la Municipalidad de La Serena se ejecutó en convenio con el Ministerio de Desarrollo Social, los que tuvieron la iniciativa de confeccionar juguetes de madera para regalarles a los pequeños.

La alegría de los niños fue inmediata y llenó de satisfacción y orgullo a quienes fabricaron estos juguetes, que también volvieron a su niñez, en lo que fue el regreso el verdadero sentido de la Navidad: regalar amor.

“Es lindo, me gusta su cola y que se hace para atrás y adelante cuando me muevo. Estoy contenta, gracias”, dijo la pequeña Melanie Zepeda mientras jugaba feliz sobre un caballito de balancín que recibió.

Luis Aránguiz fue uno de los que llevó en sus manos los regalos y recibió el aplauso de los niños apenas apareció en el jardín: “sentí emoción, me sentí contento, hice la cocina, los caballos, no sabía hacerlos, pero es fácil, es cosa de tener ganas y dedicación. Los niños quedaron felices igual que mis compañeros que trabajaron en esto. Voy a seguir todo el rato”.

Francisco Trigo es otra de las personas de calle que fabricó los juguetes y que se llenó de satisfacción al ver disfrutar a los menores con algo que puede parecer sencillo, pero que tuvo mucho significado. “Fue como volver a ser niño. A pesar de las dificultades que nos da la vida, nunca pensamos en hacer juguetes para estos angelitos que están creciendo y verlos jugar ahora me hace sentir feliz. Esto lo hicimos con nuestras propias manos y nos salió del corazón. Cortar, lijar, pintar... me siento satisfecho. Toda su alegría me la dan a mí ahora”.

Raúl Gutiérrez, Seremi(s) de Desarrollo Social aumentó la alegría de la jornada al ratificar para el próximo año que ya están los recursos para firmar el nuevo convenio con el municipio y seguir realizando estas acciones y el trabajo con las personas en situación de calle.

Judith Alfaro, profesional del Programa Calle del municipio serenense comentó: “estamos súper felices con la reacción de los niños, nuestros usuarios lo hicieron con harto cariño y toma mucho sentido la Navidad. Fue volver a como era antes cuando se valoraban más los juguetes y para ellos fue regresar a una época donde tenían menos problemas y eran más felices junto a sus familias”.