Actualmente, la lactancia materna al sexto mes ha alcanzado un 57%, cabe destacar que la primera caída de la Lactancia Materna Exclusiva (LME) al primer mes de vida corresponde a un 73% y luego al tercer mes de vida corresponde a un 67%.

Según la encuesta nacional de lactancia materna en la atención primaria del año 2013, Chile se encuentra en sexto país con mayor prevalencia de lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de vida del lactante con un 43,1%, sin embargo, las cifras para la lactancia materna hasta los 12 meses no son muy alentadoras llegando solo a un 36% al año 2011.

Luego de esto, en Chile se modifica la ley N°20.545 en la cual se "Modifica las normas sobre la Protección de la Maternidad e incorpora el permiso Postnatal Parental", con el fin que las madres puedan acompañar a sus hijos recién nacidos, hasta los 5 meses y medio, esto producto de la evidencia existente sobre los beneficios de la lactancia materna exclusivas hasta los 6 meses de vida tanto en la salud del niño (a) y la madre a corto, mediano y largo plazo.

Dentro de los beneficios de la lactancia materna para la madre encontramos en primer lugar que la succión inmediatamente luego del parto puede reducir el riesgo de hemorragia, evitando la aparición de anemia post parto y además estimula la secreción de oxitocina que va a favorecer la bajada de la leche y retracción del útero. En segundo lugar, hay estudios que sugieren que la lactancia materna exclusiva puede actuar como un anticonceptivo natural ya que la amenorrea que produce esta ofrece una protección contra un nuevo embarazo de un 99% durante los primeros seis meses post parto. En tercer lugar, otros estudios sugieren que el aumento de la lactancia materna tiene un efecto protector contra el síndrome metabólico materno, evidenciando menores niveles de grasa (colesterol total, grasas libres, etc.) durante la semana 6 a 9 post parto. En cuarto lugar, la lactancia materna podría actúa como protector ante el desarrollo de cáncer de mama y finalmente, contribuye en la madre a recuperar su peso antes de comenzar con el embarazo.

Otros beneficios que se pueden mencionar, son protección activa y pasiva al lactante a través de su riqueza en inmunoglobulinas, lactoferrina, lisozima, citoquinas y entre otros factores inmunológicos, como leucocitos maternos, que proporcionan inmunidad activa y promueven el desarrollo de la inmunocompetencia del o la bebé.  Por otra parte, se ha estudiado que bebes que reciben lactancia materna son adultos con estado nutricional normal y tienen una dieta más saludable que aquellos que son alimentados por fórmula artificial.

Cabe señalar que, los niños amamantados tienen un mejor desarrollo de los arcos dentales, paladar y otras estructuras faciales y presentan una incidencia menor de caries que los niños que reciben alimentación artificial con mamadera. También son más activos, presentan un mejor desarrollo psicomotor y mejor capacidad de aprendizaje. Además, se ha demostrado que niños prematuros alimentados con leche materna tienen un coeficiente intelectual, medido a los ocho años, significativamente superior a los que no recibieron leche materna. 

Finalmente, el acto de amamantar favorece el apego a través del contacto piel a piel y estimula la creación de vínculos de amor y seguridad entre la madre y su hijo (a), por esto es importante que este acto se realice en un lugar tranquilo, acogedor y sin distracciones como celular, tablets, etc. Para favorecer el contacto piel a piel y el contacto visual entre el binomio.

Más información en:
- https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062017000100001
- http://inta.cl/wp-content/uploads/2018/05/lactancia_materna.pdf

• Valeria Cisneros Bruna
• Interna Nutrición y Dietética
• Universidad Católica del Norte, Campus Guayacán Coquimbo
• Correo electrónico: [email protected]

FOTO: Yessenia Quilodran