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Horacio Carabantes: De Lider Pingüino a revolucionario eterno

15 Septiembre 2020

Joven idealista, revolucionario por naturaleza propia, audaz, sabio y buen lector.  Hoy su memoria y legado resuena en la eternidad para no dormirse

Francisco Aspe Bou >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Uno de los temas más contingentes dentro de la sociedad chilena es todo lo relacionado con el pre y post Golpe de Estado de 1973. La sociedad chilena sufre una división profunda en el aspecto social y político. Cabe destacar entonces, que, dentro de este periodo histórico, diversos actores sociales emergieron a la luz pública provenientes de movimientos revolucionarios armados y pacíficos. Entre uno de esos movimientos, encontramos al Movimiento de Izquierda Revolucionario MIR. Este jugó un rol importante en el gobierno de Salvador Allende y posteriormente en acciones clandestinas durante el Golpe Militar y más tarde en los 17 años del régimen militar.

Horacio Carabantes es nuestro sujeto histórico que interviene en estas líneas investigativas. Joven idealista, revolucionario por naturaleza propia, audaz, sabio y buen lector según los testimonios y recuerdos de su hermano Edgardo Carabantes.

Su gran influencia política-revolucionaria lo plasmaría primeramente en el Partido Socialista y después como líder del MIR en La Serena. Edgardo su hermano, recuerda a Horacio “(…): con una admiración y un cariño enorme. Era un tipo brillante, y así lo fue toda su vida hasta los 21 años”. Además, la historia de Horacio es

(…) muy bonita, porque fue primero socialista, y él llegó sólo al partido socialista cuando tenía como 11 años y mi padre había sido militante antiguo, pero mi padre había fallecido el año 64 de un ataque al corazón. Entonces, por ahí por el 65, Horacio, llega sólo al Partido Socialista y pide inscribirse, las personas que estaban allí, les llamó la atención, tan niño, le dijeron, tú no te puedes inscribir. Le empezaron a preguntar datos y el dio su nombre, y le dijeron ah tu eres hijo del compañero Carabantes, Ulises era mi papá. “señala Edgardo”. Entonces, ahí los tipos se dieron cuenta que había ya toda una historia detrás y le hicieron como una inscripción más simbólica. Entonces por ahí empezó a participar, eso fue a los 11 años. Ya a los 13, 14 era dirigente, era líder, se codeaba con los dirigentes adultos de Santiago”

Las memorias revividas por Edgardo su hermano se refiere a Horacio como a un niño curioso a su corta edad. Siguiendo los pasos de su Padre, militante del Partido Socialista de aquel entonces. Este precedente marcaría la vida política y revolucionaria de Horacio y su vida militante en las líneas del MIR en los años venideros.

Posteriormente, Horacio Carabantes, realiza sus estudios en el emblemático Liceo Gregorio Cordovez de La Serena. A los 15 años de edad, asume la presidencia del Centro de Alumnos del Liceo. Una de las grandes acciones de Horacio Carabantes en su querido Liceo de Hombres de La Serena fue haber interpelado al Ministro de Educación del Gobierno del presidente Frei Montalva que visitó el Liceo por aquellos años. Horacio Carabantes hizo uso de la palabra, señalando que los alumnos no podían estudiar en un lugar donde las salas se llueven y las paredes casi se caen. Exigió mejoras sustanciales a la infraestructura del Liceo.

Todas las exigencias se irían al olvido hasta las elecciones presidenciales de 1970 con el triunfo de Salvador Allende. Gracias en buena medida a las manifestaciones realizadas y encabezadas por Horacio Carabantes, y en 1972 empezaría a reconstruirse el Liceo de Hombres de La Serena.

Juan Guillermo Torres Dr. en Historia y ex profesor de Horacio Carabantes en el Liceo Gregorio Cordovez y posteriormente en el Liceo Nocturno de dicha ciudad, donde terminaría Horacio su enseñanza media en el año 1970. Al respecto, Torres recuerda que:

“(…) se veía más maduro que el resto de sus compañeros y era poseedor de un lenguaje muy articulado, directo, convincente, a veces un tanto golpeado a través del cual expresaba sus ideales juveniles denunciando con fuerza las contradicciones del capitalismo y exigiendo con urgencia la necesidad de cambios sociales profundos”

La percepción del profesor Torres, hacia Horacio, es totalmente acertada y se ajusta al actuar consecuente y a sus ideales revolucionarios que corrían por su ADN. Ideales que Horacio estampaba en sus discursos, en asambleas universitarias, en encuentros políticos y en su lucha contra el capitalismo. Según Juan Torres; Horacio: “(…) era, a veces imperioso, no tranzaba sus principios ni concedía muchos espacios a la contra argumentación. Su mirada encendida y desafiante, acentuaba la contundencia de sus argumentos y los rizos largos y ondulantes de su cabellera daban a su rostro la expresión de un Dios griego al borde de caer en cólera.

Un aspecto importante de Horacio Carabantes fue su gusto por la música popular. Su hermano Edgardo, recuerda con gran emoción y orgullo: “(…) Horacio cantaba canciones sin contenido político antes que él entrara a la política, canciones de palito Ortega, por ejemplo. Pero cuando a entra a la política, adopta las canciones de Víctor Jara, Patricio Mans, Los Inti, canciones de la guerra civil española, de la revolución mexicana. Siempre recuerdo que Horacio era muy artista y el otro hecho que recuerdo es que era un gran lector, Horacio podía estar hasta las 3 o 4 de la mañana leyendo”.

 Esta peculiaridad de Horacio de ser un amante de la música lo llevo a destacarse entre sus pares y más aun dentro de su Familia, a quienes, los deleitaba con música de la nueva canción chilena que sonaba fuerte por aquellos. Más aún con canciones características de la Revolución Mexicana y la Guerra Civil Española, que influenciaban la vida revolucionaria de Horacio. La lectura por su parte, permite a Horacio dominar una cantidad de temas al momento de discutir y debatir.

Horacio Neftalí Carabantes Olivares tenía 20 años de edad cuando fue detenido el 21 de enero de 1975 en la ciudad de Viña del Mar, su pareja estaba embarazada al momento de la detención, paso brevemente por el regimiento Maipo y posteriormente fue trasladado a Villa Grimaldi. De aquel entonces, engrosa la lista de dd.dd. Ha este caso emblemático de violación a los dd. hh se le conoce como “los 8 de Valparaíso”.

Hoy su memoria y legado resuena en la eternidad para no dormirse… A lo lejos podemos escuchar a Horacio al son de “Zamba de la esperanza”, mientras juega su última partida de ajedrez.

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