Si eres de la generación que creció sin computador, Internet ni Spotify, seguramente al igual que yo, conociste la música gracias a MTV.

Aunque no todos los hogares contaban con televisión por cable, los afortunados sintonizábamos el canal gringo para escuchar a los artistas del momento y, sobre todo, estar al día en las tendencias estéticas y musicales, en el momento máximo de apogeo de la industria del videoclip.

Su versión latina, que inició transmisiones el 01 de octubre de 1993 con el seco de Alfredo Lewin a la cabeza, acercó además a grupos como Café Tacuba, Soda Stereo y Aterciopelados al público chileno y al resto de Sudamérica. Asimismo, se dieron a conocer grupos nacionales como Los Tres (quienes incluso grabaron un unplugged) y cómo olvidar que el primer videoclip que pasó la cadena musical fue “We Are Sudamerican Rockers” de Los Prisioneros.

¡10 + PEDIDOS! 

En mi caso, pasaba horas frente al televisor, mirando el Top 20 o los 10 + pedidos. Los “Making The Video” te mostraban cómo se grababan los videos de Britney Spears o Los Backstreet Boys, y en los MTV Video Music Awards esperabas las presentaciones en vivo que luego se convertirían en las coreografías para el aniversario del colegio.

Eran esos tiempos en que MTV era, efectivamente, un canal de música. Tiempos de gloria, donde sonaban de manera democrática Limp Bizkit y Mandy Moore.

Hoy, con la versión latina completamente mexicanizada y con cada vez más realitys en su programación, MTV dejó de ser un canal de música para convertirse en una señal más de la amplia oferta de televisión por cable. 

Atrás quedaron programas como Celebrity Deathmatch, Daria o Beavis and Butthead, con ese humor sarcástico y a veces hasta poco comprensible.

No sé ustedes, pero al menos yo extraño el MTV de antes. El vanguardista, disruptivo y musical.

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