Algunas ideas en el debate sobre cultura regional

31 Marzo 2021
(Para qué me invitan si saben cómo me pongo)
Gabriel Canihuante >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Desde la Secretaría Regional Ministerial de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, se organizó recientemente un debate con múltiples participantes, sobre el desarrollo de la cultura regional. A esa discusión no pude asistir pero luego llegó por correo una invitación a responder al cuestionario sobre el cual se basó la conversación ya referida. Para responder he usado este medio público de elobservatodo.cl, en el entendido de que de alguna manera se trata de un canal abierto y sobre las preguntas planteadas cualquier lector podrá dar su opinión. Pero con respeto. He aquí mis reflexiones:

En relación a la descentralización, desde su punto de vista ¿Cómo se podría lograr una mayor descentralización cultural en el país?  

El centralismo en Chile es un mal histórico, Santiago manda. La capital no solo tiene una enorme población, sino que centraliza el poder económico, político, militar y también por supuesto, lo cultural.

Una de las claves para descentralizar es permitir que las regiones tomen las decisiones que les  competen. Y para tomar decisiones se necesita contar con recursos que puedan emplearse para el apoyo a las diversas expresiones culturales.

Un ejemplo hipotético: Si la Región de Coquimbo contase con recursos suficientes para construir un Teatro Regional, ¿quién o quiénes deberían tomar la decisión de construirlo o no? ¿El futuro gobernador regional, los parlamentarios del distrito, las entidades culturales o la población interesada que pudiera opinar al respecto, quizás a través de un plebiscito? Alguna de las anteriores, pero en ningún caso los mandamases de Santiago.

Otras preguntas, a modo de ejemplos: ¿Cómo nombrar al SEREMI de las Culturas, las Artes y el Patrimonio? ¿Lo deciden en Santiago o en la Región correspondiente? Si quisiéramos cambiar el nombre de la Región (algunos postulan llamarla Gabriela Mistral), ¿quién y cómo debe decidir sobre ello? Para plantear sobre políticas públicas relativas a la cultura, para determinar acciones concretas que las lleven a cabo, para designar autoridades, para asignar recursos, etc. ¿cuánta autonomía debe tener la Región?

¿Cómo se podría dar una mayor relevancia, trascendencia y compromiso al trabajo histórico patrimonial indígena en la región de Coquimbo?

En primer lugar generando más conocimiento al respecto. Desde todas las instancias posibles. Para aportar en el conocimiento de nuestro patrimonio en cuanto a la historia de los pueblos originarios, se necesita que quienes tengan la capacidad de investigar lo hagan: en las universidades, los museos, en las organizaciones culturales de base y por supuesto en las organizaciones de pueblos originarios (diaguitas, changos, mapuches, afroamericanos y otras).

Lo que más se ha investigado, lo más conocido es lo diaguita, pero no es suficiente y no da cuenta de la diversidad de nuestros orígenes. Los estudios históricos requieren de una competencia específica, más allá del compromiso emocional que puedan tener ciertas personas con sus antepasados. No basta con sentirse diaguita o creerse de tal o cual origen.

Por cierto que para divulgar ese conocimiento se necesita de un esfuerzo conjunto de las instituciones ya nombradas, con el apoyo de los gobiernos (local y regional) más los medios de comunicación, escuelas y liceos, y otras entidades, que mediante una estrategia de divulgación hagan posible que este patrimonio tenga y mantenga una relevancia y trascendencia.

¿Qué carencias se pueden observar en el Chile actual respecto a las culturas, las artes y los patrimonios como un Derecho?

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por las Naciones Unidas en 1948, señala en su Artículo 27 que: 1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten. Y 2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.

Mientras que la Constitución Política de Chile proclama en su Artículo 25: La libertad de crear y difundir las artes, así como el derecho del autor sobre sus creaciones intelectuales y artísticas de cualquier especie, por el tiempo que señale la ley y que no será inferior al de la vida del titular.

En este punto, la lista de carencias podría ser interminable, pero creo que un aspecto principal es que la educación en general está más inclinada a la formación de futuros trabajadores sin una preocupación por el incentivo de las artes. El actual sistema económico da alta valoración a lo material, se asume que los artistas son “soñadores”, “idealistas”, etc. Es decir, personas poco prácticas que no aportan a la economía y por ende se tiende a subvalorar toda muestra de arte y cultura, salvo aquellas de alto consumo y que generan ganancias rápidas parasus  productores y distribuidores. Mientras se postule que el arte (y la cultura en general) sean un negocio, no se velará por  ellos como un derecho a ser respetado íntegramente.

Si usted quiere responder a estas preguntas, tiene la libertad de hacerlo. Adelante.