Circo Minero: 70 años de historia

Un 26 de agosto del año 1951, nace el Circo Minero con su primera función, la cual se originó debido a una fogata que realizaban los estudiantes de la ex Universidad Técnica del Estado, actualmente Universidad de La Serena, donde sacaban todos sus dotes artísticos. Estas reuniones en torno al fuego emulaban los “Machitunes mineros” del siglo XIX donde los trabajadores de pequeñas mineras comían alrededor de estas fogatas. 

Ad portas de llegar a los 70 años, el Circo Minero ha pasado por variadas generaciones y transformaciones, números artísticos que han avanzado acorde a las nuevas tecnologías y tradiciones que poco a poco se han ido perdiendo, pero ¿qué tanto afecto la pandemia al “único circo en el mundo conformado por estudiantes universitarios”? Si bien para nadie es un secreto que la pandemia a afectado a nivel mundial, al circo no le ha ido nada de bien desde el denominado Estallido Social en Chile, eso en combinación con la llegada del Covid-19 a nuestro país han mantenido las puertas cerradas del punto de reunión de ciento de jóvenes artistas que han pisado la pista.

Cada integrante que ha pasado por este patrimonio cultural, esperaba con ansias la celebración de 70 años de historia, parar las torres estructurales y montar la reluciente carpa azul, prepararse para una espectacular noche del recuerdo que juntaba a todos quienes querían recordar sus números artísticos y culminar con una reunión de generaciones, sin embargo por la instaurada pandemia, todos estos anhelos han quedado en revivir funciones de archivo a través de redes sociales, pero sin perder la magia y nerviosismo de empezar cada función.

Se apagaron las luces, se quitaron el maquillaje y guardaron los brillantes trajes, pero lo que sigue intacto son las ganas de aprender y adquirir nuevas habilidades, los nuevos aspirantes aprenden de la actual generación a través de plataformas online, juntando emociones y ganas para algún gritar el tradicional “minerito, minerazo.. “ atrás del coreto, porque con el Circo Minero, ¡no hay caso!