Cultura Friki: Un aliado inesperado

Corren tiempos violentos. La emergencia sanitaria mundial no sólo ha representado un enorme desafío para las estructuras sociales que sostenían la sensación de “normalidad” a la que estábamos habituados -una que, ciertamente, al día de hoy parece extraordinaria y lejana-, sino que también ha desafiado nuestra capacidad de adaptación, empujándonos a la búsqueda inédita de nuevos ámbitos dentro de la experiencia humana, los cuales en otras circunstancias se hubiesen mantenido inexplorados para muchos.

¿Has oído hablar de Among Us o Animal Crossing? ¿Qué tal un maratón de  Shingeki no Kyojin (Attack On Titan)  para esperar la nueva temporada? 

Los primeros dos títulos corresponden a videojuegos con opción de multijugador online, los cuales a pesar de diferir en cuanto a sus enfoques y mecánicas, comparten la virtud de haber sabido explotar su componente social en medio de la coyuntura. 

Así, ante las restricciones que presenta el confinamiento, ambos juegos se presentan como un espacio virtual habitable, en donde se satisface la necesidad de interacción y ocio. Lo anterior, sumado a lo accesible de sus propuestas jugables, les ha valido a ambos millones de visitas en plataformas de streaming como Twitch, atrayendo como consecuencia a una gran cantidad de público “Mainstream”. 

En lo que respecta a Shingueki no Kyojin (Attack on Titan) hablamos de una de las licencias más reconocidas y rentables en el mundo del Manga/Animé, representando el ejemplo paradigmático de una obra que rompe barreras culturales y se impone como un ícono de la cultura popular. Así, gracias a obras como la mencionada, el animé ha vuelto a ganar terreno en el público latinoamericano, en donde hitos como el regreso del mítico bloque nocturno Toonami en Cartoon Network (00:00 Hrs) marcan la pauta de un nuevo auge del animé que se ve acentuado en contexto de pandemia.

De esta forma la “cultura friki” se ha erigido como uno de los más poderosos aliados en los tiempos que corren. Sin embargo, aún en muchos persisten prejuicios y representaciones sociales negativas que les privan de experimentar con estos medios.

Derribando prejuicios: La apertura a la experiencia

Que algo tenga lugar en un espacio de “fantasía” no es necesariamente sinónimo de que esté enfocado a un público infantil. Esa es una de las primeras y más importantes distinciones que debemos realizar a la hora de enfrentar a medios como los cómics, el manga/animé y los videojuegos. Cada uno de estos medios culturales cuenta con una clasificación de edad, por lo que podemos encontrar en ellos desde experiencias infantiles hasta dramas con interrogantes filosóficas existenciales. 

Por otro lado, la ligazón de estos medios al “mundo infantil” ha llevado a lo largo de las décadas y en diferentes contextos, a fenómenos de exclusión y estigmatización, dando lugar a  la figura del “Otaku” o “niño rata”,  caracterizados como  personas con dificultades en el ámbito social y hábitos poco saludables, los cuales acuden a mundos de fantasía para escapar de una realidad que le es displacentera. 

Estos estereotipos, como las representaciones caricaturescas y reduccionistas que son, resultan sumamente dañinas, y en este caso dan lugar a dos tipos de clausuras: la primera, con respecto a la otredad y la segunda, con la posibilidad de nuevas experiencias. El deseo de desmarcarse de una forma radical de ese otro nos lleva muchas veces a restarnos de experiencias que, pareciesen, “pertenecen” o “son propias” de otros grupos, los cuales son significados como inferiores en un determinado ámbito.

Nuevas formas… nuevas perspectivas 

En tiempos en que la disrupción del coronavirus genera una discontinuidad en la vida de las personas, el estrés se hace presente ante la incertidumbre y las nuevas disposiciones del contexto. Aquí, los videojuegos, los cómics y el manga/animé fungen como descompresores al permitirnos, por un momento, abstraernos de las condiciones de realidad y sumergirnos en otros mundos, cuyas condiciones controlamos o podemos llegar a controlar. 

Así por ejemplo, el videojuego se presenta como un medio eminentemente interactivo, en donde el abordaje y apropiación de la historia (si es que el juego es de carácter narrativo) dependerá de las decisiones que como jugadores tomemos, dando como resultado experiencias personalizadas. Mientras que, por su parte, el maga/animé nos presenta narrativas y visiones que para el público occidental pueden representar ideas rupturistas  que dan lugar a la posibilidad de desarrollo personal ¿Escéptico? Te invito a ver una película de estudios Ghibli. 

La invitación es a abrirse a nuevas experiencias ¿Que no te gusten? Desde luego, sólo recuerda que el juego y la fantasía representan elementos importantes en nuestra experiencia y que una aproximación responsable a estas dimensiones pueden traer consigo un efecto inmediato de alivio.