El conquistador Francisco de Aguirre: Pasiones y tormentos [PARTE I]

27 Agosto 2020

En 1548 la población Diaguita e Inca cobra venganza y destruye La Serena, siendo refundada en 1549 frente al mar por Francisco de Aguirre, donde no sólo define las cuadras y principales calles, sino también el lugar donde crearía los cimientos de la viticultura chilena.

Cristobal Vergara C. >
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Desde muy temprana edad, el refundador de La Serena y primer alcalde de Santiago de Chile mostró un carácter muy particular que fue generando recelo entre sus pares por su fuerte personalidad y carisma. Muchas veces Francisco de Aguirre tuvo que ejercer liderazgo, viéndose en la obligación de incurrir a las armas entre sus mismos compatriotas cuando lo desacreditaban o no seguían sus instrucciones.

Esto generó que fuese objeto de numerosas conspiraciones y calumnias por otros capitanes que intentaron despojarlo de su sitial, cargándolo de cometer numerosas faltas contra la fe y que en total sumaron cerca de 90 acusaciones, una de ellas decir que “cuando en una república se hubiese de desterrar a un clérigo o a un herrero, antes desterraría al sacerdote que no al herrero, por ser el sacerdote menos provechoso para la república”. Esta fue una de las tantas imputaciones que bastaron para llamarlo el primer hereje de Chile.

A sus 20 años comienza su carrera militar en las guerras contra Francia, lo cual le permitió curtirse y conocer destacados capitanes con quien se encontraría a futuro en la conquista de América, entre estos Pedro de Valdivia, Francisco Pizarro y Jerónimo de Alderete. 

Uno de los momentos de mayor reconocimiento en su historial de batallas fue cuando a los 27 años enfrenta las fuerzas imperiales de Francisco I en el asalto de Roma. Tomando control de sus soldados tras la muerte de su capitán, salva y defiende a un convento de monjas amenazadas del abuso, el pillaje y la infamia de las tropas francesas. La heroica hazaña llega a oídos del Emperador Carlos V y el Papa Clemente VII, quienes lo condecoran. El rey le entrega un cargo público en Talavera de la Reina su pueblo natal, el príncipe de Orange lo asciende de alférez a capitán y el Sumo Pontífice lo invita a que le pidiese alguna gracia. Francisco de Aguirre no duda en solicitarle al representante de Dios en la Tierra el permiso para casarse con su prima hermana, lo que no muy bien visto, fue autorizado por el Santo Padre.

A los 34 años, Francisco de Aguirre deja España junto a su hijo Hernando de sólo 6 años para emprender y aventurarse en la conquista de América. Recala en Cuba, pasa por Panamá y desciende en barco hacia Sudamérica para llegar al reino de los Incas, el Perú. Si bien muchos españoles llegaban al Nuevo Mundo casi desnudos, Aguirre viajó en calidad de hidalgo con bagaje rumboso de las personas de distinción. Testigos oculares hablan de que Aguirre traía “caballos, arreos,  armas, esclavos y criollos amigos que lo servían”. En Lima, y después de casi 20 años sin verlo, se encuentra a un viejo conocido, Pedro de Valdivia. 

Francisco Aguirre en búsqueda de fortuna y gloria parte a la provincia del Charcas en el Alto Perú, actual Sucre, Bolivia, mientras que Pedro de Valdivia preocupado por la fuerte tensión entre las fuerzas de Almagro y los Hermanos Pizarro, de quienes últimos era su principal almirante y maestre de campo, decide tomar nuevos rumbos evitando participar y ser cómplice de nuevas matanzas y venganzas por la codicia entre los mismo españoles. Es así como deja Cuzco y sale a la conquista de una mítica región de riquezas al extremo sur de América, a un reino llamado Chili y que en la lengua de los incas significa frío.

¡Su periplo hacia Chile! 

El conquistador Aguirre se entera de la expedición de Valdivia y desciende de las alturas de Tupija con 25 soldados para llegar a la tierra de los Likanantay, en los llanos de Tulor y esperar la llegada de su antiguo camarada y futuro fundador de Chile, construyéndole una casa en la actual plaza de San Pedro de Atacama. 

Después de cruzar el desierto más árido del mundo, la expedición llega a la quebrada de Los Choros donde acampan y se abastecen al ver una amplia playa, una desembocadura y floración de un río subterráneo y la presencia de 3 grandes islas de gran envergadura lo que genera que miembros de la expedición embriagados por la belleza del lugar, regresaran años después a instalarse en el idílico paisaje de los Choros, convirtiéndose en uno de los primeros pueblos de la conquista de Chile. 

Siguiendo hacia el sur, la hueste exploradora avanza hasta llegar a una enorme bahía llamada Coquimbo, sin embargo los nativos y asistentes yacanonas indicaban que Chile quedaba mucho más al sur. Al parecer la estrategia era llevar los españoles a la tierra de los mapuches, el Valle del Mapocho. 

Es así como a inicios de 1541, la expedición bordea la montaña más alta de América y entra a un hermoso valle en verano, fundándose el 12 de febrero de 1541, la ciudad más austral del continente, Santiago del Nuevo Extremo, la nueva capital de Chile. 

A los pocos meses de levantarse el asentamiento europeo en el Mapocho, Pedro de Valdivia, constantemente amenazado, atacado y reducido por la población mapuche y el frío invierno, se da cuenta que esa mítica tierra de riquezas hablada por el Inca en Chile era Coquimbo, cuyo vocablo proviene de los términos quechuas colqui: riqueza, y tambo: lugar para el descanso y el abastecimiento, por lo que envía en 1544 a uno de sus capitanes Juan Bohon a fundar la primera ciudad en la costa del país, La Serena.

En 1548 la población Diaguita e Inca cobra venganza y destruye la temprana ciudad de La Serena, siendo refundada en 1549 frente al mar por Francisco de Aguirre, donde no sólo define las cuadras y principales calles, sino también el lugar donde crearía los cimientos de la viticultura chilena. 

El conquistador refundador tuvo encomiendas en La Serena, Coquimbo, Atacama, Andacollo y Paihuano en el Valle del Elqui, donde celebra sus primeras vendimias, bacanales y fiestas del vino. Muchos hablan que tuvo entre 50 a 300 hijos con las nativas y que de él descienden las principales familias de Coquimbo y Atacama. 

Muy sorprendido por las riquezas naturales, climáticas y geográficas de sus encomiendas como a su vez complacido de sus atrevidas aventuras, Francisco de Aguirre como avezado hidalgo y empresario de conquista decide continuar sus exploraciones buscando una salida al Atlántico para conectar con Europa y regresar a España. Es así como cruza los Andes con la misión de encontrar un mítico Río de Plata que desembocaba al Atlántico, para lo cual establece a mitad de camino entre Los Andes y el océano oriental un nuevo un lugar para el descanso y las provisiones de las futuras caravanas que vendrían del Pacifico Coquimbano y La Serena, fundando en 1553 la ciudad más antigua de Argentina, Santiago del Estero, y así dar vida al primer corredor bioceánico de Sudamérica.

Continuará…