Habeas corpus: Se estrena film que revisita acciones de la Vicaría de la Solidaridad

04 Mayo 2015

A partir del 7 de mayo, MIRADOC llevará la película de Claudia Barril y Sebastián Moreno a 23 salas en todo Chile, que indaga en el trabajo de contrainteligencia de esta organización, que salvó vidas en dictadura.

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El programa MIRADOC ha estrenado en salas de todo el país valiosos documentales que observan la realidad nacional y revisitan hechos históricos claves. Cometidos que están presentes en su próximo estreno: Habeas Corpus, codirigido por Claudia Barril y Sebastián Moreno (guionista y director de La ciudad de los fotógrafos, respectivamente).

“CREAMOS UN ESPACIO QUE FUNCIONÓ COMO UNA  SALA DE INTERROGATORIO”

Habeas Corpus se remonta a 1973 cuando, tras el golpe militar, un grupo de funcionarios del Comité de Cooperación para la Paz, primero, y a partir de 1976 de la Vicaría de la Solidaridad de la Iglesia Católica, inició el arriesgado camino de salvar la vida de los perseguidos y buscar el destino de los detenidos. Con el tiempo, comprendieron que existía una política de exterminio contra los disidentes y que para descifrar su funcionamiento y responsables directos, debían convertirse en un sofisticado equipo de contrainteligencia.

El proyecto nació cuando Barril y Moreno dieron con el archivo de la Vicaría de la Solidaridad mientras realizaban La ciudad de los fotógrafos.

“Nos impresionó la cantidad de materiales que había: testimonios escritos, prensa, recursos de amparo o habeas corpus, grabaciones, documentos de análisis y cruce de información, objetos que eran de detenidos desaparecidos, fotografías. Todos estos documentos testimoniaban de primera fuente la historia de la violaciones a los Derechos Humanos ocurridos en Chile durante la dictadura cívico militar”, cuentan los realizadores.

Entonces decidieron mostrar cómo se articuló este trabajo desde la Iglesia Católica. “Queríamos individuos hablando de su quehacer colectivo, sus estrategias, acciones,  el rol de la información y los costos de este esfuerzo. Nos interesaba reconstruir el pasado y creamos un espacio que funcionó como una sala de interrogatorio. Allí nos sorprendimos a nosotros mismos transformados en agentes de inteligencia, buscando la información recopilada años atrás por los trabajadores de la Vicaría”, destacan Barril y Moreno.

Los realizadores añaden: "nuestros protagonistas debían investigar la misma información que era relevante para la DINA o la CNI pero con el objetivo inverso, salvar vidas. Desde sus múltiples roles, estas personas participaban de un sistema con sus propias estrategias para obtener información, analizarla y resguardarla, a fin de desentrañar el gran secreto de la dictadura: las políticas de exterminio del régimen militar y la sistematización de la represión, quiénes eran los responsables, dónde operaban. Todo ello fue fundamental para iniciar procesos de justicia por violaciones a los Derechos Humanos".