Koki Kuriche: Resignificando las paredes de Ovalle

08 Octubre 2020

Jorge Gomila, muralista y dibujante de vocación, se dedica de tiempo completo a intervenir con su arte los muros de la perla del Limarí.

Cathy Gómez Córdova. >
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Como muchos, Jorge Gomila (32), alias “el Koki” renegó de su talento en el dibujo para estudiar una carrera tradicional. Sin embargo, luego de probar en varias sin obtener lo que buscaba y tras lo que él señala como “un proceso bien oscuro, pero necesario” de su vida, se reencantó con la brocha y el pincel.

“Yo estaba viviendo en Valparaíso cuando decidí dedicarme a la pintura. Allá hay gente muy buena, entonces para abrirme puertas era muy difícil. Ahí fue cuando decidí volver a Ovalle a probar suerte y a empezar a crecer mediante la experiencia, a estar constantemente practicando. Vi a Ovalle como un diamante en bruto y por suerte me ha ido bien hasta hoy y me ha ayudado a crecer en lo que hago. Si Valparaíso fue mi escuela, siento que Ovalle fue la universidad”, relata este ovallino que hace 3 años retornó a su ciudad natal.

Desde entonces, se ha dedicado a intervenir cuanto muro ha encontrado, plasmando su arte en donde abundan referencias a los pueblos ancestrales, la flora y fauna nativa o las causas sociales, que le han valido el reconocimiento de la comunidad.

Koki Kuriche ya es un sello en cuanto al muralismo, lo que no deja de llamarle la atención. “De cierta forma me hice conocido en Ovalle, harta gente me reconoce por mis pinturas y siento que me han recibido bien, siempre hay personas que critican, pero es parte del proceso. Creo que la comunidad ha aceptado bien las intervenciones que he hecho”, comenta al otro lado del teléfono.

En tiempos normales esta conversación podría haberse dado junto a una cerveza, o quizás en el estadio. Koki es hincha del Club Social y Deportivo Ovalle y el 2018 incluso diseñó la camiseta del equipo.

Junto con esa colaboración, Jorge se hizo conocido por retratar al “Nanito” o como otros le llaman “el loco de las cañas”, uno de los personajes más reconocidos de la perla del Limarí.

“Ahí la gente empezó a saber quién era yo. Después retraté al Gastón (personaje que recorría las calles de Ovalle. A los 10 años sufrió una meningitis que lo dejó siendo un niño hasta el año pasado, cuando falleció) y ahora hace poco pinté un mural en una farmacia mapuche, donde puse frases referentes al conflicto de la Araucanía. Pinté un párrafo de la canción de Violeta Parra “Arauco tiene una pena” y de hecho, el local está ubicado en calle Arauco con Independencia y eso ha generado harto ruido. Esos son por los que más me reconocen”, relata.

-Una de las frases que más me llamó la atención en una entrevista que diste es que “en la pintura no hay techo”.

-“En el mundo de la creación en general siempre estás en constante aprendizaje, por lo menos eso me pasa a mí. Pinto algo y lo encuentro bueno, pero luego de un tiempo lo vuelvo a mirar y veo que lo puedo mejorar, estoy en permanente crecimiento. Y siento que eso va a ser para siempre, hasta que ya no me dé el cuerpo para seguir pintando, siempre voy a estar creciendo, aprendiendo de otros y usando nuevas cosas. Nunca va a haber un límite, a no ser que tú mismo te lo pongas”.

Se reconoce como su crítico más acérrimo, pero es eso mismo lo que lo hace mejorar. Para Koki Kuriche el cielo es el límite.

REEDITANDO LA CULTURA Y LA IDENTIDAD 

Para Jorge no es fácil definir su estilo, su sello. “Pero sí puedo definir qué me gusta pintar: el rescate cultural, los pueblos que habitaron acá antes; la flora y la fauna, que nos eduquemos en los demás seres que viven con nosotros: plantas, aves, mamíferos, reptiles. Mis favoritas son las aves. De hecho, hoy estaba pintando en Punitaqui y metí una loica por ahí. Y generalmente les pongo los nombres, para que la gente que le pone atención al mural llegue a su casa a googlearlo quizás, y descubran que es otro ser que vive con nosotros”, reflexiona.

En relación a sus proyectos, el “Koki” es igual de ambicioso que su arte, ya que dentro de sus objetivos a largo plazo se encuentran pintar un mural frente a la Plaza de Armas y realizar un encuentro de muralistas nacionales y extranjeros, en la capital limarina.

Lamentablemente aún no se han podido aterrizar en un proyecto formal, pero ya tengo visto hace tiempo un muro frente a la plaza que quiero pintar. Y lo otro es hacer un encuentro de muralistas, pintores y pintoras nacionales y extranjeros y dejar varios murales en la ciudad de un nivel alto. Así que me gustaría postular a un Fondart”.

¿SU CONEXIÓN CON OVALLE? 

Además de ser la ciudad en donde se crió y considerarla la universidad de su arte, Koki Kuriche asegura que “es especial lo que me pasa, siento una conexión con el territorio, más que con la ciudad. A mí las ciudades no me agradan mucho como hábitat: son muy estresantes, estás todo el tiempo invadido por el comercio y es el camino que ha tomado Ovalle y el progreso en general. La ciudad no me genera mucho cariño, pero sí el territorio: ir al Tamaya, ir al Valle del Encanto, subir a Río Hurtado, ir a Tulahuén. A todos esos lugares de la provincia del Limarí les tengo un cariño gigante. Me siento un privilegiado de haber nacido aquí”, finaliza este pintor que está lejos de tocar techo. Y la ciudad se lo agradece.

Más sobre "el Koki": @kuriche_pintor