Siete razones para ver "El último bastión"

09 Marzo 2021
Se trata de una serie de 36 capítulos, divididos en dos temporadas, que narra el proceso de la Independencia del Perú respecto de la corona española.
Gabriel Canihuante >
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El título completo de este comentario debería ser: Siete razones de un chileno para ver la serie histórica de Perú “El último bastión” (EUB), accesible por estos días en la plataforma Netflix.

Se trata de una serie de 36 capítulos, divididos en dos temporadas, que narra el proceso de la Independencia del Perú respecto de la corona española.

El papel del Ejército Libertador, encabezado por el argentino José de San Martín, como se sabe, es fundamental en ese proceso como lo fue para la Independencia de Chile. Una primera razón es que somos latinoamericanos y tenemos una historia común, o al menos parte de ella. No solo la geografía nos une (o desune).

Al ver los distintos episodios de EUB visualizamos a los peruanos -realistas e independentistas- pero también nos vemos en dicha época. Son pocas las alusiones a Bernardo O´Higgins, cuyo papel en la formación de ese Ejército no fue menor, y al inglés Lord Cochranne, quien también jugó un rol clave. Pocas, pero las hay. Y sabemos que buena parte de los soldados de esa  fuerza libertadora eran nacionales enviados por O´Higgins.

El chileno común y corriente poco conoce de esta parte de la historia. Nos quedamos con algunas imágenes, muchas veces distorsionadas, y unas cuantas fechas que en nada ayudan a comprender los procesos, por lo demás complejos.

La Independencia en Perú, firmada en 1821, genera una serie de contradicciones a nivel social. Hay conflictos entre realistas e independentistas, pero también los hay al interior de ambos bandos, como la desconfianza entre indios y negros, quienes luchaban por liberarse del yugo español. No son pocos los criollos favorables a la Independencia que ya sospechaban en que nada o muy poco cambiaría y que los poderosos seguirían gobernando, con o sin españoles en el poder. ¿Nos recuerda esto algo a los chilenos? Por supuesto que sí.

Otra buena razón, a mi juicio, es que no hay una serie igual o similar en Chile. ¿Debería haberla? Creo que hace falta; ayudaría, si es bien realizada, a comprender mejor lo que somos como país.

En el primer cuarto del siglo XIX en Perú se hablaba un español propio, probablemente similar al nuestro, pero llama la atención, al ver la serie, el uso de palabras y expresiones que suenan divertidas. Algunos ejemplos: opa, adefesio, candelejón, tonto de capirote… Capítulo a capítulo uno las va descubriendo, entendiendo y disfrutando en su contexto.

Una séptima y muy personal razón es que uno de los productores de la serie es Hugo Coya, periodista, escritor y productor de radio y televisión, con quien me une un pasado de corresponsal extranjero en los lejanos años 80 en Río de Janeiro. Fue gracias a su aviso en las llamadas redes sociales que me enteré de “El último bastión”, una producción de TV Perú que recomiendo a todos los chilenos, en especial a aquellos que son amantes de la historia.

Dicho todo esto, no puedo dejar de agregar que no se trata de una realización perfecta, hay diversas debilidades y carencias, como la inexplicable y muy notable falta de extras, pero para esos análisis es mejor ver la serie completa más que asumir una opinión de crítico, papel que no pretendo representar.

Para que, si aun no ha visto nada, se haga una idea: