Cuando Las Compañías vibraba con los triunfos de una promesa del ciclismo regional

08 Octubre 2020

Gabriel Leyton lideró una prometedora carrera como ciclista que quedó inconclusa. Acá te contamos su historia.

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En  los ’80  la figura  de Gabriel  Leyton  en el ciclismo  de la Región de Coquimbo era prominente.  De hecho, los diarios  de la época así dan cuentan resaltando sus capacidades.

Llegó  a vivir  a  Las Compañías (Canadá al llegar a Esmeralda)  en 1985,  donde  aún habitan sus padres a los que visita diariamente. 

A los 12 años pidió para navidad una bicicross, sin embargo, su progenitor, Gabriel Leyton Valdivia que en su juventud quería ser ciclista, cambió de planes  y le regaló una media pista. 

En 1984 se integró  a la rama de ciclismo del Club Deportivo Minas  El Romeral y de inmediato viajó a su primer nacional  a Concepción, obteniendo una buena actuación. Al año siguiente en San Fernando remató quinto.  “Con entrenamientos se hacen los campeones. Por eso debo dedicarle todo el tiempo disponible a mi deporte”, remarcaba Leyton a  la prensa regional  que ya comenzaba a seguir sus pasos. 

En un campeonato nacional para menores  desarrollado en Santiago lo acompañó el  entrenador  y también ciclista, Marcelo Castagneto (arquitecto y hoy  consejero regional). “Aún cuando le faltó preparación en pista el serenense se ubicó decimocuarto entre 37 participantes”, resaltaba diario El  Día.

Castagneto igualmente destacó su incursión. “Ha tenido muy buena crítica y elogios de la prensa santiaguina, por lo que nos hemos fijado grandes ilusiones… como su entrenador tengo muchas esperanzas. Puede ser un gran ciclista si se dedica”, remarcó.

En  1987  fue elegido como  el Mejor Deportista de la región  en su especialidad y en  1988   ya era  campeón regional  junior de ciclismo. 

En 1989 se constituyó en la mejor  figura de la zona   en la Vuelta a La Serena, “al entreverarse con lo  más granado del pedal nacional y demostrando de paso  sus inmensas proyecciones, siempre y cuando viaje a la capital para integrarse  a una  importante escudería rentada”, resaltaba un artículo de El Regional. 

UN NUEVO GIRO A SU VIDA 

La década de  los ’90  parecía estar destinada a la consolidación de la carrera de Leyton. Sin embargo, su vida tomó otro giro y tras el desarrollo del Servicio Militar se inclinó por  el Ejército.  Si bien en una primera etapa no abandonó el ciclismo, finalmente  volcó todas sus energías en el mundo militar. 

 En 1992 asumió la presidencia regional del Ciclismo el Periodista y deportista Claudio Ilabaca Sáez.  Lo hizo con el planteamiento de revitalizar  el ciclismo regional y lograr que exponentes nacionales pudiesen traspasar la experiencia a los competidores regionales. Pero, sus metas también apostaban a lograr mejorar la infraestructura.  “Con el apoyo de la ciudadanía podemos aspirar a un velódromo . Si esto se concreta, La Serena podría  convertirse en la capital del ciclismo del norte y por qué no de todo del país”. 

Para Ilabaca la Región  de Coquimbo estaba dotado de una importante cantidad de ciclistas.  Sin  embargo, admitía que, “en cuanto a ‘la’ figura  no existe realmente… Leyton (Gabriel) se  retiró, lamentablemente se perdió. Lizardi debería ser el  diamante  en bruto. Es hijo  de Guillermo Lizardi, el “Águila” de Monardez”, enfatizaba.   

A LA CARGA POR EL VELÓDROMO 

Actualmente Leyton está abocado  de lleno a su labor como administrador  del Polideportivo  de Las Compañías. El desafío se lo propuso  el alcalde de La Serena, Roberto Jacob Jure. Entablaron una relación cuando desde el Ejército cooperaba  en los actos  protocolares vinculados a  fechas claves como 21 de mayo y 18 de septiembre. No lo pensó dos veces. Acepto el reto y dejó  30 años de servicio en el Ejército. 

Su paso por el ciclismo es nostálgico. “Fueron mis mejores años de juventud.  En ese tiempo muchos jóvenes iban a discoteca  y me privé de todo eso, porque los entrenamientos eran a las 07: 00 horas. Me di cuenta domingo a domingo que tenía condiciones, era buen rutero y buen escalador. En su tiempo estuve en el velódromo de Santiago y en Valparaíso”, rememora en un sector del  Polideportivo de Las Compañías, su actual trabajo. De esa época recuerda el aporte de Pedro Caimanque, Omar Aquea, Daniel Milla y Marcelo Castagneto, entre otros. 

Leyton reconoce  30 años después que pudo llegar lejos, pero que le faltó “atreverse. En los años ’80, uno era como miedoso dar el otro paso, pero no me arrepiento. Fue un bonito pasado. A lo mejor pude  llegar más alto,  pero no me arrepiento, porque  cumplí mis sueños”, reflexiona. 

Cuando accedió al Servicio Militar le dieron la oportunidad  de seguir con el ciclismo, “entrenaba de lunes a viernes y competía  el fin de semana, pero en el Ejército en ese tiempo el ciclismo no era un deporte masivo o era el fútbol o atletismo”. 

No oculta que ahora desde el cargo  de administrador del Polideportivo, le gustaría liderar algún tema con el ciclismo. “Uno tiene las condiciones y la experiencia como para sacar  el ciclismo adelante en La Serena. Sería un bonito sueño, hacer planes de un velódromo. Cuando chico, igual se hablaba de un velódromo en Las Compañías  y nunca se concretó. Quienes estamos en Las Compañías sabemos que terrenos hay y que pueden donar un espacio”, puntualiza. 

LA CLAVE DEL APOYO FAMILIAR 

Su madre María Cristina Santana confiesa estar orgullosa del pasado deportivo de su hijo.  “Fue un logro tremendo. Con mi marido lo apoyamos en todo, principalmente cuando le tocaba correr”, destaca en su hogar, mientras revisa fotografías de su carrera militar y sus inicios en el ciclismo.

De hecho,  para el día del padre  le regaló un libro con recortes de prensa y fotografías de su carrera. 

Cree que la clave  es  que fue ordenado, “se cuidaba para sus carreras”, pero igualmente  admite que en el Ejército encontró una actividad segura de ingresos.

Su padre Gabriel Leyton Valdivia admite  que aún guarda gratos recuerdos del pasado ciclista de su hijo.  “El empeño. La primera vez corrió con el negro Campo, en ese tiempo estaba el pepe Caimanque. En los embalajes aseguraba. Él quería seguir el ciclismo y yo lo acompañaba a todas las carreras”, rememora con orgullo. 

PROMESAS DEL FUTURO 

Marcelo Castagneto tres décadas después recuerda  las condiciones de Leyton y las proyecciones que poseía. “Siempre atento  a aprender  y a sacrificarse y seguir las instrucciones formativas que  fue aplicando con el  correr de los meses y años. Llegó a convertirse en una figura promisoria en el ámbito del ciclismo regional en el ámbito juvenil  y luego adulto”. 

En su  nueva función en el Polideportivo se reencontró con Daniel Milla que también marcó su trayectoria, liderando el team Palmeras. 

Milla comparte  que Leyton estaba  llamado a  convertirse en una de las promesas del ciclismo regional. “Era  pequeño y no llamaba mucho la atención. Incluso, lo miraban por debajo  de la manga, pero empezó a correr y de inmediato se notaron sus cualidades y talento en el ciclismo, porque estar en un grupo de avanzada no es de un día para otro”, resalta en  su hogar al lado de innumerables trofeos. 

Incluso, cree, guardando las proporciones,  que  “era  un Fernando Vera porque se defendía en el plano, cuando iba subiendo y también destacaba como embalador. Corredores del norte y del sur al poco tiempo se dieron cuenta del talento de Gabriel”, rememora. 

Milla lamentó que  Leyton saliera  de la primera línea tras privilegiar su carrera en el Ejército. “Me dio pena perder un chico que tenía las mejores condiciones, no le voy a decir que era el único, pero llevaba la batuta, pero abandonó lo que más le gustaba por su futuro, bienvenido sea”,  manifiesta. 

 APUESTA DE RECUPERACIÓN 

En todo caso Milla dice estar esperanzado que desde el Polideportivo, Leyton podría revivir el ciclismo en Las Compañías. “Querer es poder, además siempre cuando hay una persona que le gusta el ciclismo, se facilitan mucho las cosas. Me reuní con él en una oportunidad y planteó la posibilidad de levantar un poco el ciclismo  en Las Compañías, donde han salido buenos corredores”. 

En ese sentido cree que se podría concretar con la elección de  buenos profesores de educación física y entrenadores, “y juntar a los más pequeños, pero  también tener un campo donde practicar el ciclismo…Teniendo un velódromo se facilitan mucho las cosas y sobre todo en Las Compañías donde hay bastante materia prima de ciclistas”. 

Omar Aquea  compartió  estrechamente  el ciclismo con Leyton y  lo recuerda  como “un excelente ciclista, pero en ese tiempo (década de los ’80)  le faltó más apoyo para tener mayor competencia y surgir. Radicarse en Santiago  o cualquiera ciudad del sur del país donde existían más clubes y competencias. Era  un ciclista tanto para ruta como para escalar”. 

Aquea  admitió  igualmente que le sorprendió su abrupto retiro, “porque teníamos la esperanza  que un ciclista de la región pudiera representarnos, pero se fue al Ejército y no lo pudimos tener más en las competencias”. 

Aquea es lapidario respecto al momento que vive el ciclismo en la Región de Coquimbo. “Está agonizando, porque no hay competencias, los permisos son muy difíciles de conseguir, no hay velódromo y no hay pistas para realizar competencias…Hay figuras, pero no surgen porque no hay carreras También falta más apoyo para los clubes, si es que queda alguno”, advierte. 

Aquea cree que ahora depende de Leyton si quiere revivir el ciclismo  desde su nuevo cargo,  sobre todo en Las Compañías. “Todo depende de él, si los ánimos están para dirigir o promocionar y buscar ciclistas, puede ser y haciendo un velódromo los ciclistas van derecho a practicar”.

LA VUELTA QUE LO MARCÓ 

De la Vuelta Ciclística de Chile Leyton aún guarda grandes recuerdos, “a uno lo marcó y cuando yo tenía 17 años pasó por La Serena y tuve la oportunidad de correr con los profesionales cuando se hacía la Vuelta a La Serena, donde  fui premiado como el mejor provinciano de la Vuelta,  pero me fui al Ejército a los 18 años”, sintetiza. 

De hecho, la  prueba que más  satisfacciones le dejó  fue participar   en la Vuelta La Serena, “para  el futbolista (la mejor figura) era Iván  Zamorano, pero  para mí  era Fernando Vera y  competí con ellos y fui premiado como el deportista más destacado de la provincia. Es un recuerdo  bien bonito  porque destacó un ciclista serenense”, rememora.