Cuándo y cómo lanzarse a emprender: En qué hay que fijarse para iniciar una start up

Las start up pueden definirse como emprendimientos o negocios de ideas innovadoras que sobresalen en el mercado apoyadas por una fuerte relación laboral con las nuevas tecnologías. Pero más allá de eso, pueden convertirse en la solución brillante para la gente que ha visto durante la pandemia que las oportunidades laborales tradicionales escasean.

La mayor parte de quienes se lanzan con un emprendimiento propio lo hacen cuando jóvenes, ya que ahí se tiene generalmente un gran ímpetu por arriesgarse. Pero la falta de experiencia y de conocimientos puede jugar una mala pasada, pues tener una idea no es lo mismo que ejecutarla, y hay muchos factores anexos que deben tomarse en cuenta.

“El momento ideal para empezar una startup es después de más de 10 años de experiencia en otras empresas, cuando ya hay aptitudes varias, cuando hay experiencia y ‘cuero de chancho’, entendimiento del mercado, de cómo se mueven los principales actores. Yo diría que post 40 o 45 años es la mejor edad, y es especialmente recomendable haber pasado antes por una empresa pequeña, donde todos hacen de todo”, explica al respecto Anastasia Samokhvalova, Technical Team Manager en Page Personnel.

Específicamente en el contexto actual, pese a los buenos augurios financieros aún hay inestabilidad y para empresas nuevas ciertas barreras de entrada, por lo que se debe tener un especial cuidado con los detalles del negocio si se va a emprender. Entre esos detalles se encuentran:

• Investigar previamente el mercado, competidores, precios y costos.
• Considerar cómo se contactará a posibles clientes, como qué canal usar, tener presupuesto para Marketing, agencia, call center, visitas comerciales.
• Pensar en la logística, dado que en 2020 la cadena de abastecimiento global fue afectada y se debe tener muy claro cómo se va a importar, exportar o transportar.
• Preocuparse por la operación, ya que un negocio es tanto tener una idea como resolver problemas del día a día. Es necesario organizarse para liderar, delegar, ejecutar y manejar agenda y tiempos para ser eficiente, incluyendo tener conocimientos técnicos de finanzas, logística, RRHH, área legal, etc. 
• Tener respaldo financiero y finanzas ordenadas para estar preparado tanto para los momentos complicados como para los pagos que se lleven a cabo en plazos más largos. Siempre será más fácil para quien cuente con el respaldo de alguna beca o inversionistas que para quien invierte su propio dinero.

Finalmente, teniendo estos puntos claros puede hacerse más fácil iniciar una start-up. Pero la decisión es totalmente personal y no es un imperativo el tener que hacerlo alguna vez en la vida. “El emprendimiento es un sueño romántico, pero no es para todos. Es súper válido lanzarse una o mil veces, o nunca, pero la preparación es clave”, concluye Anastasia.