La marca, un báculo en tiempos difíciles: Tips para que realmente sea efectiva

22 Septiembre 2020

Toda acción, emprendimiento e iniciativa debiese ser respaldada por una marca que dé seguridad y confianza, que sea la base para generar positivos impactos a nuestra economía y entorno y poder aprovechar al máximo las oportunidades que se presentan.

Cristobal Vergara C. >
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En tiempos de tanta tensión, cambio y convulsión, es indudable que existe incertidumbre, naciendo una serie de preguntas en torno a ¿qué le ocurrirá a nuestro país abatido por los efectos de la desigualdad, el estallido social del 18.10 y la nueva pandemia mundial? ¿qué vamos hacer como ciudadanos con todos los cambios acaecidos en nuestro diario vivir?, ¿será bueno entrar en un nuevo rubro o lanzar un nuevo producto o servicio? ¿será mejor esperar y seguir en lo mismo de siempre con más austeridad y adecuándonos a las tendencias y nuevos protocolos esperando que todo pase?.

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Muchos emprendedores y empresarios se han visto muy dañados por la baja en las ventas desde el estallido y la pandemia del COVID-19, afectando su tranquilidad y la proyección de sus negocios, de la industria y el mercado, unido a la transformación digital, el centralismo y la política de antaño. 

En esta compleja y difícil realidad para muchos sectores y niveles sociales, que viven en una nueva tierra de nadie, donde no hay claridad real de cómo vendrán las cosas, aparecen  interesantes enfoques a considerar. 

EL 95:5

Leyendo un libro sobre negocios creativos, mencionan la regla del 95:5, que si bien se inspiraba en los principios de Pareto, el cual refiere a que el 80% de los efectos son producidos por el 20% de nuestras causas o que el 80% de la riqueza pertenece al 20% de la población, en tiempos modernos esta proporción se expande al 95:5, en donde sólo unas cuantas cosas importantes son las responsables de la mayoría de los acontecimientos. Por ejemplo, el 95% de nuestros ingresos vendría de 5% de nuestros clientes, o el 95% de las ventas viene del 5% de nuestros productos, o el 95% de nuestras ventajas competitivas proviene del 5% de nuestras fortalezas, como también el 95% de nuestro malestar del 5% de nuestro entorno laboral.

Este interesante principio nos invita a abrir aún más los ojos como también a ampliar el campo de acción, poner más atención, olfato e instinto para ir en búsqueda de ese 5% que nos genere nuevas oportunidades y mayores ingresos.

Toda acción, emprendimiento e iniciativa debiese ser respaldada por una marca que dé seguridad y confianza, que sea la base para generar positivos impactos a nuestra economía y entorno y poder aprovechar al máximo las oportunidades que se presentan. 

¡A TENER EN CUENTA! 

La marca se convierte en el báculo que nos permitirá apoyarnos, defendernos y viajar seguros por lugares desconocidos. El báculo es un símbolo de la relación con el mundo espiritual. Por su forma vertical, representa la unión entre el mundo terrenal y el celestial, siendo por estas razones, ostentado por el sacerdote, el chamán, el mago o el brujo que lo utilizan como instrumento para la adivinación, la disciplina y el orden; representa longevidad, sabiduría, categoría y poder. Una marca tiene que de alguna forma reflejar o proyectar estos principios. 

Por otro lado, una marca además de no sólo conocer y promover, debe escuchar a los clientes, preguntarles qué quieren, qué les gusta o les preocupa, preparando a posteriori un plan de acción en torno a lo que se escuchó de ellos, proponiendo la solución a lo que buscan. Escuchar es relevante para un cliente entusiasta que busca y necesita comunicarse con las marcas diciéndole lo que quiere o cómo se siente.

Las marcas no sólo deben conmover, lo más importante es que entreguen felicidad, que generen lealtad mediante valores claros. Además de escuchar al público, deben hablar fuerte, ser honestas y dar a conocer su posición frente a eventos o situaciones. Esto lo pudimos ver tras la muerte de George Floyd, muchas marcas se unieron contra el racismo y demostraron su sensibilidad, preocupación y reproche por lo que estaba pasando. Por eso mismo, las marcas deben ser sinceras y transparentes y transmitir sus ideales para que sus acciones afecten positivamente a la sociedad, sin perder esa “chispa” para seguir entregando alegría. Para que una marca haga feliz a sus clientes debe dar valor de manera relevante, oportuna, reflexiva, emotiva o simplemente entretenida. 

Los consumidores quieren ver el lado humano y consciente de la marca y las empresas, que sean comunicativas, dispuestas a apoyar, a modo de ejemplo, preocupadas por el bienestar de sus trabajadores. Un informe de Twitter expuso que el 82% de los consumidores se interesaba en conocer cómo las marcas estaban apoyando a su primera línea frente a la pandemia. Es por ello que gran impacto generó cuando la empresa salmonera chilena “Friosur” del grupo del Río y socios islandeses entregó a sus trabajadores el 20% de sus acciones y que siguiendo las palabras del ministro Briones, fue todo un  “hito” y “un ejemplo a seguir” para las demás empresas del país, generando gran apoyo en las redes sociales la noticia.

Para conocer el estado y el nivel de conciencia y responsabilidad social en el que se encuentra una marca en estos tiempos de tanta convulsión, debemos preguntarnos: ¿cuál es el propósito (lo que guía a la marca)?, ¿cuál es el público (cómo está apoyando a aquellos más impactados por la crisis)? y su promesa ¿(cuál es su plan para retribuir)?. A modo de ejemplo, aparecen las campañas que por cada like o seguidor, se donará cierta cantidad de dinero, o también “por la compra de uno donamos otro”. 

Asimismo, se valora mucho que las marcas provean de información útil que ayude a las audiencias a navegar o moverse en la incertidumbre y mantener la calma, subiendo a la red, mediante podcast, o videos sus mensajes. Lo que no se debe hacer es prometer algo que no se podrá cumplir, usar la desgracia como una oportunidad de marketing y huir o evitar interactuar con clientes frustrados.

La consistencia es la clave para el compromiso y lealtad del consumidor, ya que los clientes buscan marcas para seguir y estar constantemente aprendiendo, inspirándose, transmitiendo sus valores, sintiéndose identificados o reconocidos en su entorno o consigo mismo, adquiriendo y mostrando los productos o servicios de su marca. Así es como construimos de manera sustentable, lealtad y compromiso en las audiencias. Finalmente lo que se busca es que haya amor y dedicación por la marca que se preocupa por aportar y construir un mundo mejor y no sólo obtener ganancias.

Cristóbal Vergara C.
Consultor en Turismo
Director Turismo TEMBETA