Opinión: "Ecología, financiación y su relación con la política"

30 Junio 2015

El actual gobierno de la Nueva Mayoría utilizó a Patagonia Sin Represas para sacar dividendos políticos en su discurso de campaña, por medio de la filtración política que el senador Girardi (PPD) tenía en la organización, que pocos sabían en Aysén.

Andrés Gillmore... >
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La ecología estudia la relación de los seres vivos con el medioambiente; intereses que constantemente se trastocan con los intereses políticos de desarrollo. Esta determinante que no es menor, puede transformarse con el tiempo en algo incestuozo y muy destructivo para los objetivos pretendidos, por los cientos de intereses creados que sustentan las grandes corporaciones y la relación con los gobiernos, que como ha quedado demostrado en el último tiempo, pueden infiltrarse fácilmente en el juego político de la autosustentación.

No hay ningún gobierno que no haya usado como plataforma de campaña la defensa del medio ambiente y ninguna organización ecológica que no haya querido subirse al carro de la victoria, por todo lo que ello implica para conseguir financiación, difusión e imagen corporativa; desvirtuando los objetivos que se persiguen y más que nada lo que tenemos en la actualidad son funcionarios al servicio de la ecología, produciendo una merma importante en la forma en cómo se opera y quitando la mística tan necesaria que se necesita en tan relevante actividad y como dijo Francisco Vidal el ex vocero del primer gobierno de Michelle Bachelet, “ muchas para conseguir financiación hay que cerrar los ojos y apretar los cachetes”.

El actual gobierno de la Nueva Mayoría utilizó a Patagonia Sin Represas para sacar dividendos políticos en su discurso de campaña, por medio de la filtración política que el senador Girardi (PPD) tenía en la organización, que pocos sabían en Aysén; de esa forma sin preguntarle a nadie sacaron un importante dividendo político, logrando que una gran cantidad de votos de gente bien intencionada que creyó en el discurso ecológico se fuera a sus urnas.

Las ONG (Organizaciones no Gubernamentales) son lo que se podria decir los mediadores entre los gobiernos, transnacionales y las comunidades en los conflictos ambientales, presuponiendo objetividad y transparencia en sus actuaciones, pero también responden a intereses creados que muchas veces no son muy positivos para las causas ambientalista al ser infiltrados por intereses contrarios y obtusas relaciones con financista y gobiernos por afinidades ideológicas.

Estas organizaciones operan como una empresa, aunque en teoría son sin fines de lucro, tienen que sustentarse de alguna manera y contar con financiación para operar y en ningún caso son montos menores; lamentablemente muchos profesionales de estas organizaciones paralelamente porque nada se los prohíbe por ley, hacen asesorías a empresas extranjeras y corporaciones privadas, que intervienen el medio ambiente con malas prácticas, ante la necesidad de conseguir recursos frescos y sobrevivir, induciendose a sí mismas a tomar de donde no corresponde, con subterfugios de formas inversas a las que proyectan sus objetivos.

Según mi experiencia personal en la batalla que hemos dado en Aysén en contra de HidroAysén; puedo decir con la práctica de años de tener que convivir con ellas desde mi condición de poblador de la cuenca del Baker por casi treinta años, que estas organizaciones no gubernamentales no cuentan con una adecuada jurisprudencia que certifique con rigurosidad y transparencia la financiación de sus operaciones.

En la mayoría de los casos no cuentan con el apoyo de las comunidades a las que dicen representar, tienden a ser piramidales, herméticas y protocolares, aparecen en los territorios con mandatos autoimpuesto, imponiéndose y poniendo a funcionar estrategias de defensa sin consultar previamente a las comunidades y sus organizaciones sociales, que a fin de cuentas son las interesadas, creando complicaciones de representación que con el tiempo terminan dividiendo las realidades territoriales, creando mundos paralelos inconexos y contraproducentes, al estigmatizar realidades mentirosas que no corresponden a todo un territorio con mochilas ajenas de intereses personales.

Las comunidades intervenidas no estan al tanto de los objetivos de estas organizaciones, por el nulo intercambio de ideas que debe tener una organización que se auto instruye la representación, operando sin conocer en detalle las implicaciones sociales, optando por un modelo de defensa interpretativo y de acuerdo con los intereses de quienes los financian, cometiendo errores comunicacionales con formatos redundantes y poco certeros, que no representan el sentir de las comunidades, haciéndolas permeables ante los intereses por los cuales se está en contra, desvirtúando los intereses en contra de las comunidades.