Prematuros en pandemia: El milagro de la vida en tiempos de coronavirus

07 Diciembre 2020

Cómo garantizar la atención de calidad en los pequeños.

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Borja y Jordan son dos bebés que no se conocen, pero tienen una historia en común que los une. Ambos pequeños nacieron antes de tiempo en medio de la pandemia y hoy, se encuentran luchando junto a sus familias para crecer sanos, fuertes y felices.

Borjita Vásquez debió abandonar el útero de su madre mucho antes de lo planificado. Nació en agosto de 2020 en el Hospital de La Serena, con tan sólo 26 semanas de gestación y 980 gramos de peso. Su mamá, Vania, lo tuvo junto a su gemelo Joaquín, quien lamentablemente no logró doblarle la mano al destino y falleció a dos días de haber nacido. Hace largos 5 meses, su hermanito se encuentra hospitalizado en la capital regional sin poder conocer aún el mundo exterior, pero con gran fortaleza, sigue librando una compleja batalla por la vida en nombre de los dos.

“Es difícil, sólo escuchar la palabra prematuro da miedo, pero con el tiempo uno logra tener confianza y entereza para vivir este proceso que es muy duro y además, se suma la pandemia, que hizo que todas las visitas recayeran en mí. Nosotras las mamás somos las encargadas de llevar las noticias al hogar, ha sido muy complejo porque igual uno necesita un abrazo, que me digan en persona ´vamos, sigue adelante, tienes una esperanza”, relató Vania Landaur.

Y es que darle la bienvenida a un nuevo miembro de la familia en plena emergencia sanitaria no es tarea fácil para nadie, mucho menos, si es antes de lo proyectado. Sin embargo, estos pequeñitos han podido recuperarse de su nacimiento siendo protegidos “bajo 7 llaves” y estrictos protocolos de seguridad por el equipo de la Unidad de Cuidados Intensitos Neonatales (UCIN) del establecimiento serenense, lo que sin duda ha sido una importante fuente de tranquilidad para tantas madres como Vania.

Familias como la de Borjita y Vania pueden ver una luz de esperanza en otras como la de Jordan, un pequeño que nació el mes de julio con sólo 31 semanas de gestación, también en el Hospital de La Serena. Con 1 kilo y 780 gramos, conoció a su madre Luisa Contreras, quien en ese momento, revivía el peor de sus temores al tener nuevamente un bebé prematuro. Hace 15 años, tuvo a Dalia, su primera hija, quien afortunadamente logró salvarse luego de contraer el peligroso virus sincicial al poco tiempo de nacer.

“Fue muy difícil cuando estuvo hospitalizado porque no podía tener a mi marido cerca, ni contar con su apoyo estando en pandemia, era complicado y sentíamos miedo de tener a mi hijo en ese contexto. Todos los días me levantaba para irme a verlo, darle pecho y lo único que quería era estar allá con él todo el día, pero no se podía, me tenía que venir a la casa. El equipo de salud se portó súper bien, me apoyaron mucho, me explicaban todo y estaban muy atentos de Jordan. Ahora estoy muy contenta porque mi hijo está bien y mi hija también, se puede salir adelante”, manifestó Luisa.

Para garantizar la atención de los pequeños en estos meses de pandemia, han recorrido diversos puntos de la región, tales como Vicuña, Peralillo, Pisco Elqui, Andacollo, Ovalle, Coquimbo y Tongoy. A la fecha, han completado 252 visitas domiciliarias y han vacunado a 110 pacientes prematuros de la zona contra el virus síncicial, inmunización que forma parte de la Ley Ricarte Soto y debe ser administrada 1 vez al mes durante la campaña de invierno.

“Vimos la posibilidad de empezar las atenciones de domicilio a partir del mes de mayo, además de los controles telefónicos que estábamos haciendo. Realizamos el Control de Niño Sano y ponemos la vacuna contra el virus sincicial que es una enfermedad respiratoria que tiene alta mortalidad en los prematuros. Después, incluimos también a los pacientes de salían de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN)”, indicó Francisca Suárez, enfermera del Policlínico de Seguimiento de Prematuros del Hospital de La Serena.

Suarez comentó además que están “viendo la posibilidad  de continuar con las visitas por lo menos para hacer el primer control, cuando el bebé recién sale del hospital, y después de los 6 meses, comenzar a hacer controles presenciales porque ahí los niños están más grandes y tienen mayores defensas”.

“EL HOSPITAL DE LOS PREMATUROS”:

El Hospital de La Serena es el centro de referencia neonatológico suprarregional, donde se atienden los prematuros más graves de la III y IV región del país. Estos bebés nacen y son hospitalizados en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, donde permanecen el tiempo necesario hasta que logran estabilizarse y ser dados de alta de su proceso de hospitalización. Luego de ello, son derivados y pasan a ser pacientes del Policlínico de Seguimiento de Prematuros del establecimiento, equipo que los acompaña y controla en su crecimiento hasta su niñez. Igualmente, desde los 7 años deben seguir controlándose en su centro de salud más cercano hasta los 9, como todo niño.

Durante la pandemia, diversos recintos asistenciales a lo largo del país debieron suspender la visitas a pacientes hospitalizados por razones de seguridad, sin embargo, la enfermera Claudia Muñoz, indica que como UCIN, “no eliminamos las visitas, las mantuvimos durante toda la emergencia en horario extendido y sólo hicimos una modificación en cuando a la cantidad de personas, tradicionalmente eran para ambos padres, pero las acotamos sólo a las madres, que eran las más indicadas por el tema de la lactancia, porque la provisión de la leche es fundamental para el desarrollo y la recuperación de la salud de los niños”.

Además, la profesional informó que “a partir del fin de semana pasado, ya ampliamos las visitas, estamos haciendo una apertura para que los padres, que han tenido que estar alejados todos estos meses, puedan incorporarse de forma paulatina y segura”.