Advierten que contaminación lumínica está amenazando los cielos del norte de Chile

24 Agosto 2017

Astrónomos subrayan importancia de cumplir con normas de emisión de luz en el norte chileno.

Equipo El Obser... >
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“Más de la mitad de los niños del mundo nunca han visto la Vía Láctea y mucho de ellos ni siquiera han visto las estrellas”, sostuvo el astrónomo Chris Smith, Director de la  Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía (AURA), al advertir sobre los negativos efectos de la contaminación lumínica en gran parte del mundo desarrollado y las potenciales amenazas que enfrenta el cielo del norte chileno, considerada una de las regiones más importantes del planeta para la investigación astronómica por su extraordinaria calidad.

El resplandor de la luz artificial en el cielo nocturno es tan intenso que prácticamente los astros desaparecen a simple vista, fenómeno nuevo que los especialistas han bautizado como el “fin de la noche”.  

“En Chile tenemos una ventana al universo y estamos postulando que los cielos del norte sean declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)”, precisó el científico para subrayar que nuestro país es considerada la capital mundial de la astronomía y que para la próxima década considera una inversión de US$ 7.000 millones en la construcción de los más grandes y avanzados telescopios del mundo.

El doctor Chris Smith fue uno de los expositores en el taller sobre cumplimiento del Decreto Supremo N° 043 del Ministerio del Medio Ambiente que regula la emisión de luz y sanciona la contaminación del cielo nocturno en las regiones de Coquimbo, Atacama y Antofagasta,  zona desértica donde en la actualidad se concentra el 50 por ciento de la capacidad observacional del planeta y que en la próxima década aumentará al 70 por ciento con los telescopios gigantes E-ELT, GMT y LSTT.

El taller estuvo dirigido a las autoridades y ejecutivos de los sectores público y privado, profesionales, académicos y funcionarios gubernamentales, con la idea de ampliar y actualizar conocimientos científicos y técnicos al momento de tomar decisiones respecto de la iluminación externa en obras públicas.

Los expositores concluyeron que la contaminación lumínica –“luz basura” e ineficiente que alumbra el cielo y no el suelo-, no sólo afecta la observación astronómica, sino también tiene un impacto negativo en la salud humana, en la flora y fauna, además del medio ambiente.

En ese último contexto, la bióloga Marina, Andrea Varela, de la Universidad Católica del Norte, dio cuenta sobre algunos estudios que demuestran como la contaminación lumínica desorienta a algunas especies de aves marinas y como algunas de ellas mueren o quedan heridas al estrellarse contra luminarias, según casos registrados en el Archipiélago Juan Fernández, Antofagasta y en la caleta de Punta de Choros.

A su vez, el Secretario Regional Ministerial del Medio Ambiente, Eduardo Fuentealba, destacó la relevancia del encuentro, los alcances de las normas legales regulatorias y subrayó la importancia de la protección de los cielos nortinos, tanto para la astronomía como para la salud humana y la preservación del hábitat de la flora y fauna.

Respecto de las normas legales y técnicas expusieron los especialistas Igor Valdebenito, del Ministerio del Medio Ambiente y Felipe Loaiza, de la Superintendencia del Medio Ambiente. También los asistentes fueron capacitados en iluminación por el magister de la Universidad Federico Santa María, Denis Riquelme y Pedro Sanhueza, encargado de la Oficina de Protección del Cielo del Norte de Chile.

El taller concluyó con una experiencia práctica en el alumbrado público.

De acuerdo a la Oficina de Protección de la Calidad del Cielo del Norte de Chile (OPCC), al menos diez ciudades y poblados (La Serena, Coquimbo, Vicuña, Andacollo, entre otros), obras públicas (autopista, cárcel, estadios y canchas deportivas, avenidas), centros comerciales (mall y discos), además de gigantescas y luminosas pantallas publicitarias, concentran los puntos más críticos de la contaminación lumínica en la Región de Coquimbo.