Cadena de favores solidarios: Aura y Gustavo ayudan al prójimo regalando mascarillas y alimentos

12 Abril 2020

El efecto multiplicador que han generado sus iniciativas en La Serena y Coquimbo ha sido asombroso. Cientos de familias reciben la ayuda desinteresada de vecinos en canastas de comida y mascarillas.

Laura Valdés Pineda >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Gustavo Heise y Aura Fairlie no se conocen, pero tienen algo en común: el interés de ir más allá de lo posible por tratar de ayudar al prójimo. Uno en La Serena y la otra en Coquimbo comenzaron hace unos días tratando de aportar su granito de arena y tender la mano a quienes más lo necesitan; adultos mayores y familias vulnerables en sus respectivas ciudades.

Fue la película “Cadena de favores” que inspiró a Gustavo Heise a poner en práctica una idea tan simple, ayudar a otros y esos otros ir ayudando a los demás. Con su señora Claudia Hidalgo partieron en su auto repartiendo en una caja verduras y alimentos no perecibles e invitando a amigos y familiares a sumarse.

Con el video realizado por su cuñado, Roberto Mauad, quién tiene una productora, difundieron por las redes sociales su iniciativa tratando de buscar apoyo. La respuesta fue explosiva: 43.000 reproducciones en apenas 2 días y de 150 personas colaborando este fin de semana se sumaron 1.000 más.

“Estamos muy contentos como sorprendidos, nos han llamado juntas de vecinos, particulares, empresas para donarnos alimentos y prestar ayuda incluso para repartir o darnos dinero para la bencina”, señala Gustavo entusiasmado, quién de sus 41 años ha vivido 35 entre La Serena y Coquimbo.

Por eso se siente parte de la región y busca poder ayudar a quienes más lo necesitan, porque no cuentan con los recursos básicos para sobrevivir a esta pandemia del COVID-19. 

MASCARILLAS DE AMOR

El caso de Aura Fairlie empezó cuando tuvo que ir a su casa al cerrar por la cuarentena el colegio en que trabaja. Allí sentía que no podía quedarse de brazos cruzados y menos cuando vio con asombro como las mascarillas empezaron a escasear y los precios a dispararse. 

Con sus recursos compró tela y empezó a hacerlas con su máquina de coser gracias a un tutorial que descubrió en YouTube. “En 2 días tenía 60 mascarillas y le pedí a mi marido que me acompañara al centro de Coquimbo a regalarlas. Mi intención siempre fue dárselas a adultos mayores que están desamparados, pero luego vi más gente en situación de calle y comprendí que tenía que hacer más”, nos cuenta.

De esta forma pidió ayuda a su familia y con sus hijos y respectivos nuera y yerno empezaron a producir en cadena. Desde el 22 de marzo han entregado más de 400 mascarillas y se han sumado más personas entregándole dinero para que pueda comprar tela, siendo una de ellas una chilena radicada en Boston, Estados Unidos, que conoció su historia por redes sociales.

“Siento que no puedo parar, esto nos golpea a todos y por lo mismo voy a seguir hasta que todo esto se acabe”, señala convencida Aura, quién lleva 18 años radicada en el puerto del que se enamoró y que la acoge como su ciudad.

Las iniciativas de estas personas saltaron del anonimato no sólo por sus buenas intenciones, sino porque han tenido eco en el accionar de cientos de otros que también se han motivado a ayudar. Porque al final de esto se trata, en tiempos de crisis hay mirar al otro y ser simplemente solidarios.  

Por si desea cooperar puede contactarse con Gustavo Heise al fono 983097491 y con Aura Fairlie al email: [email protected].

A continuación, te dejamos con imágenes y un video de sus hermosas iniciativas: