¿Cómo será la vida después de la pandemia? Comida, trabajo y sexo con su toque de humor

Desde el lunes 28 de septiembre, La Serena y Coquimbo ya no estarán sometida a cuarentena total y con esto emergen muchas preguntas ¿Es una buena decisión? ¿Cómo actuará la gente? ¿Afectará el plebiscito? No obstante, esto me ha llevado a pensar un poco más allá en el futuro: ¿Cómo será la vida después de que hayamos superado al coronavirus? ¿Habremos cambiado?

Sin duda, con esta pandemia, hemos aprendido y a su vez olvidado muchas cosas; en este mini artículo pretendo asumir el rol de pitoniso al más puro estilo Yolanda Sultana trayéndoles mis predicciones sobre cómo habremos cambiado una vez termine la pandemia.

¡Afírmate Pedrito Engel!

- La comida: Si algo aprendimos en esta cuarentena es que no hay necesidad de hacer la fila en un local para esperar tu pizza o tu hamburguesa, toda esa grasa estaba solo a un clic de distancia. Hasta la señora que vende completos en la esquina se adaptó y hace repartos, un completito a las 2 de la mañana tendrá una comodidad inusitada.  ¿Lo triste? Pues que se acabaron los nombres falsos que dábamos en los locales de comida rápida, pocas oportunidades tendré de volver a llamarme Policarpo.

- En lo sexual: Aumentará de forma abrupta la cantidad de embarazos y embarazos no deseados no es secreto que más de alguno/a ha tenido que afrontar esta cuarentena en las garras de la soltería, de seguro ya no solo querrán conocer a alguien sino acelerar lo más posible el proceso, ¡vaya a saber uno si le toca encerrarse de nuevo!

- Para los flojos: Ya no tienes que bañarte y forzarte a salir a un lugar que no te agrada para complacer a tus amigos, todo era tan fácil como fijar un día y una hora y así compartir por videollamada una cerveza desde la comodidad de tu habitación. ¿Se conectó el amigo que detestas?  -“Me falla el wifi”- y problema solucionado. El futuro es hoy.

- Los colegios: ¿Se presentó un día lluvioso? Malas noticias estudiantes, ese día tendrán clases por zoom. Nadie se escapa, usted también está condenado querido profesor.

- Los trabajos: Nuestros empleadores ya se hicieron a la idea de que podemos trabajar desde casa, a cualquier hora e incluso los fines de semana. Se desencadenará la inevitable guerra entre obreros y empleadores, todo mientras Carlitos Marx se regocija desde su tumba.

Más allá del chiste (harto escaso en este artículo) ojalá cuando todo esto esté superado podamos volver a reencontrarnos con un otro, volver a experimentar las conversaciones cara a cara, las risas con amigos y el aroma de una plaza sin la intermediación de una mascarilla.

Pero dígame usted querido lector. ¿Cómo se imagina la vida después del coronavirus?