Consecuencia o fracaso

30 Noviembre 2020
Clara Olivares >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Muchas veces a través de nuestras vidas, nos vemos enfrentados a situaciones que nos obligan a tomar decisiones, en cosas cotidianas como por ejemplo la ruta a seguir para llegar a algún lugar, que priorizar al momento de comprar, disyuntivas que pueden obligar a pensar, pero que no traen implícito un desafío teórico o ético. 

Pero, ¿qué hacemos cuando un cajero nos entrega más dinero del que correspondía?, la decisión moral y ética es devolver o advertir que nos están entregando dinero que no es nuestro, porque además sabemos que esa falta la tendrá que pagar ese trabajador o trabajadora.  La decisión es fácil. Ciertamente la otra opción, la de retirarnos con el dinero que no nos corresponde nos entregaría mayor poder de compra, pero ¿nos permitiría vivir más felices con nosotros mismos?, eso dependerá de los estándares éticos de cada uno y cada una.

En medio de esta crisis socio sanitaria, con filas para ingresar, algunos y algunas buscan la forma de “saltarse la fila” y otros respetuosos esperan su turno. Quizás al “saltarnos la fila” ganaríamos tiempo para nosotros o nosotras, pero ¿disfrutaríamos del tiempo obtenido de esa forma?, depende, depende de lo que consideramos correcto, quizás el pasar por sobre los derechos de otros sea considerado para algunos o algunas, parte de su autoimagen de ganador o ganadora. 

En cada decisión tomada, en cada actuación, evidenciamos lo que somos o lo que creemos que somos, confrontamos la opinión que tenemos de nosotros mismos, con nuestro actuar. 

Si en cada decisión se refleja lo que somos o lo que creemos que somos, es acaso el éxito una excusa para olvidar lo que somos, lo que creemos, lo que nos define, la pregunta es si la ganancia temporal es motivo suficiente para claudicar. 

En estos días, en estos tiempos, en esta etapa escuchamos acusaciones de traición a parlamentarios principalmente, y ellos y ellas responden que han sido fieles a sus principios, creo que el problema podría radicar en que los principios y valores no son los mismos entre los representantes y los representados, creo que nos ha faltado como representados involucrarnos más, saber más, indagar más acerca de quién nos representará, porque ellos y ellas, las y los representantes dicen haber sido consecuentes con sus valores.

Pero también, muchas veces he escuchado a personas preguntar quién ganará; porque “no quieren perder su voto”, y de nuevo lo importante es ganar. 

En esos momentos de revisión de decisiones, me viene a la memoria una de las conocidas frases del subcomandante Marcos: “Si el ser consecuentes es un fracaso, entonces la incongruencia es el camino del éxito, la ruta al Poder”.

Y creo que, me convenzo, que, en esos términos, sigo prefiriendo la consecuencia al éxito.