¿Cuáles son las regiones con mayor y menor desempleo de Chile?

21 Julio 2022
Mientras que Coquimbo se alza con un 9,6%, en Los Lagos los desocupados representan apenas un 3,6%. ¿Las razones? Conversamos con distintos expertos y esto fue lo que nos dijeron.
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Foto: Unsplash

Son momentos difíciles para la economía nacional, dado el alza de la inflación. Una buena noticia, no obstante, es que el desempleo ha disminuido. Actualmente, la tasa de desocupación nacional es de 7,8% (según una medición hecha por el Instituto Nacional de Estadística entre marzo y mayo de este año), una cifra menor al 9,5% que se había registrado en mayo de 2021.

El escenario en regiones, sin embargo, es mucho más variopinto. Según el INE, el desempleo según cada región sería del orden de:

Arica y Parinacota: 6,3%

Tarapacá: 8,3%

Antofagasta: 7,6%

Atacama: 8,4%

Coquimbo: 9,6%

Valparaíso: 8,4%

O´Higgins: 7,2%

Maule: 5,9%

Ñuble: 9%

Biobío: 7,6%

Araucanía: 7,8%

Los Ríos: 6,4%

Los Lagos: 3,6% 

Magallanes: 4,3%

Con estas cifras, se observa que el peor desempleo se encuentra en las regiones de Coquimbo (9,6%) y Ñuble (9%); mientras que en Los Lagos (3,6%) y Magallanes (4,3%) se aprecian las tasas más bajas.

Quien ha podido constatar esta situación en el terreno es el chillanejo Nicolás Hidalgo Gómez (22 años), quien lleva ya 5 meses buscando empleo en la región de Ñuble. Nicolás estudió en un liceo técnico, e inicialmente buscó algo relacionado con electrónica, pero actualmente busca “lo que surja”. 

He ido a dejar cv a empresas, he hablado con personas que han necesitado reemplazos, también de cosecha. Tengo hartos amigos que igual están sin empleo. Por lo general donde preguntan no tienen cupo o les dicen que los van a llamar y no los llaman. No pensé que iba a ser tan difícil. No sé si será por los estudios o por contactos, quizás. Por lo general la gente igual entra por pituto”.

Su último trabajo, según cuenta Nicolás, fue en verano, donde tuvo la oportunidad de trabajar de temporero. “En esa época del año se tiene más oportunidades de trabajar, porque los contratistas buscan gente y ellos ven en qué parte necesitan más gente. Por ejemplo, en Itata estuve trabajando y allí llegaban varios buses con harta gente”, agrega el joven.

En el norte, la situación no es muy distinta. Pablo Pinto Cornejo, director de la Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte, nos explica las causas del alto desempleo en la región de Coquimbo:

Efectivamente, ha sido en el último período el desempleo más alto a nivel nacional y hemos estado siempre entre las peores estadísticas, y eso tiene que ver con 2 cosas: una, que ha habido un rezago muy grande en el mercado laboral. Me refiero a la incorporación post pandemia de las personas que están inactivas o que dejaron el mercado laboral. Y ese rezago ha significado que no podamos generar los empleos necesarios para cubrir las demandas que están surgiendo ahora.

Y segundo elemento, que tiene que ver con una cosa más estructural: los sectores que otorgan empleo en la región de Coquimbo, son de los sectores más afectados durante la pandemia. Particularmente comercio, hoteles y restaurantes, y una serie de actividades que requerían de la presencialidad, y que una vez retornada la presencialidad, no han podido recuperar su actividad económica. Estamos pensando en la industria manufacturera, la construcción y algunos servicios profesionales”.

¿Qué se puede hacer para revertir esta situación? ¿Qué políticas públicas implementaría usted?

“Yo diría que la primera política es reforzar los mecanismos de empleo. Me refiero a 2 cosas: lo primero, es que los mecanismos a través los cuales las empresas atraen a los nuevos trabajadores son precarios. En general, se basan casi en 3 de cada 4 avisos, en llamados a personas que son conocidas de ellas. Es decir, tienen una red muy pequeña, por tanto lo que hay que hacer es mejorar todo el sistema de difusión de las vacantes que existen en el mercado laboral. Pero segundo, necesitamos seguir atacando con subsidios al empleo, tipo subsidio IFE laboral, que permita que las personas puedan rápidamente puedan emplearse, cuestión que en la región ha sido mucho más lenta que en el resto del país. De manera que hay que profundizar eso con nuevos subsidios, con formalización de empresas y fundamentalmente ahí con la capacidad de una búsqueda mucho más activa de mejorar ciertas condiciones. Por ejemplo en mujeres, donde han mostrado una gran brecha en lo económico y laboral, producto de las dificultades que tienen ellas de emplearse, por las ocupaciones que ellas tienen en su hogar o al cuidado de menores que todavía no están en un proceso de participación normal o presencial de la actividad económica”.

Sus palabras son compartidas por Nicolás, quien asegura que el gobierno debería “Apoyar un poco más al empleado joven, y a la gente de edad que también le cuesta encontrar trabajo. Dar una plataforma donde se pueda ver más fácil algún trabajo disponible y que le den más ayudas a la gente en ese sentido. Un subsidio al desempleo, quizás, algo que le ayude a la gente a sobrevivir el mes mientras encuentran trabajo”.

Respecto a Los Lagos, aunque en apariencia las cifras son alentadoras, la región también presenta otro tipo de problemas. Conversamos con Luz María Ferrada, académica de la Universidad de los Lagos y Directora del Observatorio Laboral de dicha región, quien analizó así las cifras:

¿Por qué Los Lagos tiene actualmente el desempleo más bajo del país?

“Si bien las tasas de desocupación en esta región son bastante bajas, en realidad hay que entender que estos son ratios que no reflejan necesariamente la salud laboral de la región. Porque es la proporción de personas que buscando trabajo no encontraron trabajo. Pero, tenemos un gran problema con la inactividad laboral y con las tasas de ocupación. Es decir, la proporción de personas que está ocupada respecto del total de la población en edad de trabajar es muy baja, de las más bajas del país.

Hoy tenemos que la tasa de ocupación en esta región en el último trimestre es del 47,5%. Esa es la tasa más baja del país. Y las tasas de participación laboral también son muy bajas. En el caso de las mujeres, la tasa de participación laboral es de 38,9%, y en los varones no alcanza el 70%, y eso no se había visto antes en el caso de los varones. 

Entonces, está bien que tengamos una tasa baja en desocupación, pero eso se calcula en relación a la oferta de trabajo. Y esos son menos, en proporción. Entonces, claro, de acuerdo a la estadística tradicional uno podría decir que en esta región hay menos desempleo, pero con una gran inactividad, son indicadores que son relativos”. 

El asunto se complejiza todavía más si atendemos a la formalidad e informalidad de los nuevos empleos. De acuerdo a un estudio de la Fundación Sol, las zonas de mayor informalidad del empleo corresponden a La Araucanía (36,8%), Ñuble (32,7%), Los Ríos (33,9%), Aysén (31,7%) y Tarapacá (31,5%). En el caso de Biobío y Arica y Parinacota, son las regiones que presentan mayor presencia de empleos de inserción endeble, llegando al 54,6 % y el 51,8 %, respectivamente.

Lo anterior se traduce en que en esas regiones, más de la mitad de las personas ocupadas tienen empleos que pese a ser “formales”, en la práctica no entregan la protección y garantías de los empleos protegidos.

En cuanto a la Región Metropolitana (35,8%) y Magallanes (32,9%), estas son las únicas del país en que el porcentaje de empleo protegido supera un tercio de las personas ocupadas.