Día Mundial del Sueño: Una buena almohada sirve mucho más que para un buen dormir

17 Marzo 2017

Dormir es importante y la calidad del sueño también. Para ello es fundamental la postura en que nos acostamos.

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Despertar en la mañana, sentirse totalmente descansado y no tener ninguna contractura, es fortuna de pocos, ya que la mayoría de las personas se levanta con dolor de cuello u hormigueo en los brazos y estos síntomas pueden tener directa relación con la almohada que está usando. 

Algunas encuestas señalan que un 75% de las personas reporta una mala calidad de sueño, situación que se acentúa pasado los 40 años (82%). 

Entonces, ¿es conveniente la almohada para dormir?, de acuerdo con el kinesiólogo Cristián Contador, director de la carrera de Kinesiología de la Universidad San Sebastián, siempre es necesario su uso, “ya que de la forma correcta nos permite tener alineado nuestro tronco”. 

Una buena almohada debe ser capaz de mantener alineada la columna cervical, evitando así las excesivas tensiones musculares que puedan generar dolor y compresión, que en algunos casos pueden extenderse a la extremidad superior o a la zona lumbar. Cristián Contador explica que “muchas patologías musculo esqueléticas cervicales pueden derivar a dolores más distales que pueden afectar el hombro, codo, muñeca y mano. Es por esto que elegir correctamente una almohada y utilizarla de buena manera puede ayudar a prevenir patologías musculo esqueléticas en toda su globalidad”. 

Pero ¿cuál es la mejor almohada? ¿Dura, blanda, alta, baja, anatómica? El especialista aclara que “la mejor almohada deber ser capaz de mantener el tronco en posición neutra, esto quiere decir, que la posición de la cabeza en relación al cuello debe estar de la misma forma que si el cuerpo estuviera erguido”. Así las almohadas ergonómicas son las más recomendables ya que tienen la capacidad de brindar el máximo confort posible a la persona. De igual forma el kinesiólogo recomienda almohadas de texturas “viscoelástica”, que en el comercio suelen llamarse almohadas inteligentes, que tienen la capacidad de adoptar la forma corporal de la persona. 

Otro aspecto importante es el material interno, principalmente que no sea de espuma, ya que este tipo de material suele acumular calor generando incomodidad al momento de descansar; y lo mismo se aplica en cuanto al revestimiento. 

La almohada no lo es todo

Sin embargo, una almohada ergonómica por sí sola no ayudará a mejorar el dormir si es que no se utiliza correctamente, “por lo tanto la postura debe ser clave al momento de utilizarla”, enfatiza el académico de la U. San Sebastián. 

Considerando que las personas utilizan diversas posturas al dormir, es importante tener en cuenta que “la correcta postura tiene que ir enfocada en reducir al mínimo las tensiones y/o compresiones que se puedan generar en los segmentos corporales sin perder la correcta alineación del tronco”, dice Contador. 

Entre estas posturas, se puede recomendar:

a)      Dormir de lado tratando de mantener una alineación del tronco. Para ciertos dolores lumbares se sugiere adoptar una posición fetal para descasar la zona lumbo pélvica.

b)      Dormir boca arriba con rodillas en semi flexión. Esta posición se logra con la utilización de una segunda almohada bajo las piernas. En el aspecto clínico, este tipo de posturas son recomendadas para el correcto dormir en pacientes que sufren de dolor lumbar. No obstante, pueden ser utilizadas por cualquier persona. La postura “boca arriba” por si sola suele generar tensión a nivel lumbar. Esta es eliminada flexionando levemente las rodillas.