Disminuyen consultas por ataques cerebrovasculares en la Región de Coquimbo

07 Mayo 2020

Por miedo a contagiarse de Covid-19 en Urgencias.

Constanza Castro >
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Las primeras tres o cuatro horas de producido un ataque cerebrovascular son claves para disminuir las secuelas o un desenlace fatal. Sin embargo, durante las últimas semanas los usuarios con accidentes leves no estarían acudiendo a las urgencias por miedo a contagiarse con coronavirus.

En la región de Coquimbo, en los últimos dos meses se ha reducido a la mitad el número de consultas por esta causa. Si habitualmente, entre los meses de marzo y abril, se atendían más de 30 pacientes mediante teleasistencia hoy el número de consultas no alcanza a superar los 20.

“Creemos que las personas con infartos leves se están quedando en la casa, porque creen que en el hospital sólo se están atendiendo patologías respiratorias o porque tiene miedo de a contagiarse con el coronavirus. Decisión que es muy perjudicial, porque esta enfermedad puede ser muy grave o mortal sino se atiende a tiempo”, señaló la neuróloga del Hospital San Pablo, Javiera Gajardo.

La profesional comenta que esta disminución le preocupa al equipo de neurólogos, ya que no sería consecuencia de un mejor control de las patologías crónicas, que son la causa de los infartos cerebros vasculares como la hipertensión, diabetes y el colesterol, sino que por la contingencia.

Por ello, la especialista recuerda que el tiempo es clave en la atención de los pacientes con ACV, porque por cada minuto que se tapa una arteria se tapan millones de neuronas. “Si la persona consulta temprano podemos aplicar un fármaco que ayudará a destapar esta arteria, restableciendo el flujo cerebral y con ello evitar la pérdida de la función y de secuelas”.

El jefe del servicio de neurología, Carlos Soto, aconseja que, ante síntomas como dificultad para hablar, movilizar alguna extremidad o asimetría en el rostro es importante acudir inmediatamente a un servicio de urgencia para ser evaluado por un especialista, quien realizará el diagnóstico y comenzará con el tratamiento.

"Es importante que el usuario pueda consultar ante la aparición de los primeros síntomas, ya que el ACV es una patología tiempo-dependiente, es decir, que si se atiende en el menor tiempo posible mayores posibilidades tiene de sobrevivir o de quedar sin secuelas" explicó el neurólogo.

Las probabilidades de sufrir un ataque cerebral se reducen incorporando hábitos saludables, como el abandono del cigarrillo, mantener una dieta equilibrada, tener control del colesterol, reducir la presión arterial y realizar actividad física regular.

Imagen: Huawei / Agencia Uno