El consumo diario de fibra ayuda a la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles

07 Agosto 2019

Estas enfermedades, a nivel mundial, son responsables del 63% de las muertes equivalente a 36 millones de muertes por año

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Las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), según la OMS (Organización Mundial por la Salud)  son enfermedades de larga duración, lenta progresión, que no se resuelven espontáneamente y que rara vez logran una reversión  total de la enfermedad.

 A nivel mundial, son responsables del 63% de las muertes equivalente a 36 millones de muertes por año, un 25% de estas en menores de 60 años.  En Chile, al igual que en la mayoría del mundo, las ECNT son la principal causa de muerte por lo que su detección precoz y el tratamiento oportuno de estas patologías es fundamental.
Dentro del grupo de ECNT destacan la Diabetes Mellitus (DM), Hipertensión arterial (HTA) y Dislipidemia (DLP) las cuales están relacionadas a estilos de vida no saludables como tabaquismo, alimentación no saludable, sedentarismo y consumo excesivo de alcohol.

 La nutrición es parte fundamental en la prevención y el tratamiento en estas enfermedades, es por esto que después de treinta años de investigación, la fibra dietética forma parte de lo que se considera una dieta saludable. La American Association of Cereal Chemist (2001) define: "la fibra dietética es la parte comestible de las plantas la cual es resistente a la digestión y absorción en el intestino delgado, con efectos beneficiosos fisiológicos como el laxante, y/o disminución de  los niveles de colesterol y azúcar en sangre".

A menudo se puede diferenciar dos tipos de fibras, la solubles e insolubles las cuales tienen efectos de diferente manera en nuestro organismo.

Las fibras solubles en contacto con el agua forman un retículo donde queda atrapada, originándose soluciones de gran viscosidad. Los efectos derivados de la viscosidad de la fibra son los responsables de sus acciones sobre el metabolismo lipídico, hidrocarbonado y en parte su potencial anticarcinogénico, este tipo de fibra la podemos encontrar principalmente en las frutas y verduras, especialmente en manzanas, naranjas, zanahorias, brócoli y cebollas. También en el salvado de avena, cebada, nueces, almendras y legumbres.

Las fibras insolubles o poco solubles son capaces de retener el agua formando mezclas de baja viscosidad; esto produce un aumento de la masa fecal que acelera el tránsito intestinal. Es la base para utilizar la fibra insoluble en el tratamiento y prevención de la constipación, este tipo de fibra está presente en la parte externa de semillas y granos, salvado de trigo, maíz, cereales integrales, en las cáscaras de las manzanas y peras, en la parte blanca de las frutas cítricas y legumbres.

Es por eso que grandes entidades recomiendan el aumento de la ingesta de fibra insoluble  para disminuir el colesterol en sangre y reducir el riesgo cardiovascular, además un consumo de fibra  soluble como insoluble para mantener un mejor control glucémico e insulínico.

Persona de contacto con los medios de comunicación:

Francisca Aguirre Gonzalez
Interna de Nutrición y Dietética
Universidad Católica del Norte
Teléfono: +56986461406
Correo electrónico: [email protected]

Bibliografía: