El fantasma de la cuarentena vuelve a la región de Coquimbo

27 Diciembre 2020

El aumento de casos es preocupante.

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La capital de la provincia de Limarí vive uno de sus momentos más críticos de los últimos meses respecto a la pandemia por Covid-19. La tendencia al alza en los casos nuevos de la enfermedad es una realidad que se ha visto aumentada en las últimas semanas, donde los especialistas alertan sobre el panorama antes que sea aún más grave.

De acuerdo a El Ovallino, existen nueve indicadores que reflejarían el estado de un territorio de acuerdo a la enfermedad, para lo cual las autoridades sanitarias toman en cuenta y toman ciertas decisiones, como la de retroceder o avanzar una comuna en el Plan Paso a Paso del Gobierno. Hace dos semanas que el mismo ministerio de Salud ordenó el repliegue de Ovalle en este plan, pasando de la Fase 4 o Apertura Inicial a la Fase 2 o Transición, restringiendo el desplazamiento de los habitantes durante los fines de semana.

Y Ovalle presenta uno de estos indicadores como riesgoso. Se trata del promedio de número de casos por cada 100 mil habitantes. Hasta este martes 22 de diciembre, Ovalle registraba un promedio de 12.2 casos nuevos, una cifra elevada para la realidad local, pero que entregaría una luz de esperanza, ya que evidencia una pequeña tendencia a la baja en los últimos cinco días.

En los últimos siete días, Ovalle registra 99 casos positivos por Covid-19, y hasta este miércoles acumulaba 106 casos activos de la enfermedad, prácticamente el doble de los contagios que registra la comuna de La Serena, con el doble de la población.

Para el profesional que se desempeña como médico del Cesfam Marcos Macuada, la aplicación de una cuarentena podría ser una medida a aplicarse dado los índices comunales y regionales.

Ovalle presenta hasta el pasado 18 de diciembre una tasa de positividad local de un 7%, la ocupación de camas UCI nacional bordea el 86%, la ocupación regional de camas UCI bordea el 89% y el R efectivo provincial (capacidad de una persona en contagiar a otra) está en un 1.19 (cuando lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud es bajo el 1.0). Con estos datos, Peñailillo sostiene que tres de los índices marcarían una posibilidad de decretar cuarentena, pero los índices de trazabilidad se mantienen por sobre el 90%, por lo que pueden equilibrar la balanza.

“Desde el punto de vista epidemiológico, la vez que se aplicó la cuarentena, con un escenario de mayor cantidad de casos que ahora, esa cuarentena sirvió y la cantidad de casos nuevos comenzó a disminuir, lo que hace presumible, pero no es la causa única, que haya sido que por la cuarentena comenzaron a disminuir. Lo más probable es que así haya sido. En aquella vez hubo la asociación entre aplicar la cuarentena y una semana después comenzar a observar una reducción en los casos. Con los indicadores que tenemos actualmente, es para pensarlo (en decretar cuarentena)”, explicó Peñailillo.

El cansancio en la población podría ser una razón para no decretar una medida más restrictiva de confinamiento, pero de acuerdo a la realidad epidemiológica, sería una herramienta que puede acarrear otros problemas socioeconómicos, principalmente.

“Sería una medida de último recurso, porque lo que de intentarse es que si con otras medidas se pueden ir disminuyendo los casos y la cuarentena sería una última medida, esperemos que no lleguemos a eso, aun cuando el escenario epidemiológico no es muy auspicioso”, manifestó el médico.