El Mercado Municipal de Coquimbo: un inmueble en disputa entre el patrimonio histórico y el desarrollo de la modernidad

21 Septiembre 2020

El día 23 de Septiembre se resuelve un punto clave de un conflicto que lleva años desarrollándose y que es fundamental para la identidad coquimbana

Francisco Varas >
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Hace poco más de una semana, fuimos testigos de violentos sucesos ocurridos tanto en el interior como en el exterior del Mercado Municipal de Coquimbo. Un grupo de 20 hombres y 3 mujeres, tanto chilenos como extranjeros, atacaron a los locatarios con piedras y palos para expulsarlos del lugar. A esto se le suma el registro de barricadas y enfrentamientos con la policía, lo cual terminaría -según el General Zonal de Carabineros, Jorge Tobar- en un proceso de diálogo y desalojo pacífico del lugar, tomando a estas 23 personas detenidas.   

La noticia no tardó en llegar a los principales medios de comunicación de la región, resonando incluso a nivel país. Decidí indagar, viendo el tratamiento de cada uno de los medios al respecto. Sin embargo, después de leer noticia tras noticia, me di cuenta que a este hecho no se le podría asignar responsabilidad directa a ningún tipo de agrupación específica. En la mayoría de las noticias se les mencionaba como un “grupo de desconocidos” que atacaron a los locatarios para expulsarlos. Y si a esto se le suma la diversidad del grupo, es más difícil reconocer sus objetivos. Ahora, hay que considerar que detrás de todo conflicto, siempre hay actores involucrados que protegen sus intereses. 

Algo se puede dilucidar utilizando a la historia como buena compañera para entender los conflictos sociales. El primer punto a considerar es la importancia histórica que tiene el inmueble, pues resulta que el Mercado Municipal está desde que se desarrolló la ciudad de Coquimbo en su periodo fundacional. De este modo, la ciudad y el mercado tenían una relación especial, donde la gente, aparte de hacer sus compras para el día a día, podía aprovechar de generar lazos sociales, compartir opiniones y reflexiones. 

Un sitio con importancia histórica 

Dentro de la teoría sociológica, varios autores plantean que el mercado no sólo sigue pautas económicas, sino también culturales, sociales y políticas. Por lo tanto, al comprender las dinámicas económicas de un lugar, podemos inmiscuirnos un poco más dentro de su cultura. Esta interacción en el Mercado Municipal de Coquimbo se definía por la oferta de productos tanto locales como nacionales. Relación causada principalmente por la cercanía que tenía el mercado con el puerto, por lo que la gente que pasaba por esos lares veía con asombro el humilde pero valioso trabajo de las y los artesanos, como también podía ir a realizar negocios al por mayor y por menor. 

De color verdoso, ubicado en la esquina de la calle Melgarejo, con intersección en Bilbao, en sus primeros momentos se le conocía como La Recova, igual que el tradicional sitio de La Serena. En 1867 se sesiona el primer consejo Municipal de la Comuna y debuta José Joaquin Edwards Ossandón como Alcalde. De hecho, Diario el Día publica el Acta de la histórica sesión, donde se plantea lo siguiente: 

“En el puerto de Coquimbo, Departamento del mismo nombre, a cinco de mayo de 1867, en virtud de lo dispuesto en el Artículo 72 de la Ley de Elecciones, se reunieron en la sala de sesiones los señores Francisco Antonio Varela, Gobernador Departamental y don Manuel Alcayaga, Ramón Garriga, Pedro Espinoza, Buenaventura Martínez, José María Zepeda y Marcelino Aracena, electos municipales propietarios y don Ignacio Fábrega y don Indalecio Iglesias, consejeros municipales suplentes. (...) Hecho el escrutinio de votación, tomado con tal objetivo, dio el siguiente resultado: electo para primer alcalde don Joaquín Edwards, por siete votos a favor y dos en contra que obtuvo don Buenaventura Martínez”. 

Como se mencionaba anteriormente, muchas de las historias y los encuentros sociales se realizaban en el mercado: Al frente del histórico edificio se encontraba el cuartel de Carabineros; el regimiento de Coquimbo que vuelve de Lima en la batalla con Perú lo festeja ahí mismo; la revolución de 1891 donde estuvieron albergados los regimientos de Balmaceda; se festeja a Gabriela Mistral el año 1925 por su visita a la ciudad. En este edificio también se funda el Cuerpo de Bomberos más antiguo después del de Valparaíso en 1878. Se realizaron funerales para personalidades de distintas épocas y era el lugar de actividades políticas como elecciones y eventos culturales. Finalmente, luego de un fuerte terremoto se cae el segundo piso y queda así, para adoptar una forma de mercado donde se vendían productos agrícolas, pero también tenía sus relaciones artesanales, mayoristas y portuarias, convirtiéndola en una actividad económica rica en expresiones culturales, sociales y políticas. 

Los mismos locatarios expresan que gran parte de su forma de vida está en el mercado. "Yo llegué a los 18 años acá y tengo 83, toda una vida. Aquí hay pura gente humilde de trabajo, no buscamos hacernos millonarios." Explica la señora Norma, quien es reconocida como un patrimonio vivo entre los trabajadores del lugar. Darwin, secretario del sindicato de trabajadores del mercado, cuenta: "a mi me ofrecieron 20 millones. No me vendo ni por 100” al mismo tiempo que mira el suelo y se toca las manos. Además explica que “me interesa porque mi madre falleció acá, yo llegué a los 8 años y tengo 50. Yo le tengo amor al mercado, si yo no trabajo más acá pero sigue parado, yo me doy por pagado." Por lo mismo, la gente no se explica cómo una propiedad tan antigua haya sido vendida. 

El inicio del conflicto 

Tal valor patrimonial sería respetado hasta el año 2004, donde el ex Alcalde de la comuna, Pedro Velásquez, con acuerdo del concejo municipal de la época, decide vender el edificio, quedando a manos privadas con Jorge Rubio, dueño de Inversiones Mercado S.A. Y para más remate, se llena de cuestionamientos cuando se enteran que éste era esposo de la funcionaria municipal, Cecilia Ponce. "Es un palo blanco, ya que ella es su secretaria municipal, esto se hizo entre gallos a medianoche” dice Darwin mientras gesticula con las manos hacia atrás, “nadie más participó ni nos enteramos por diarios oficiales, nos enteramos 5 años después que el mercado había sido puesto en remate", con un rostro de desazón por lo sucedido. 

Acá es donde empieza el enredo: aparte de que mucha gente estuvo en desacuerdo, también el propietario permitió a los locatarios históricos continuar en el recinto como arrendatarios, apaciguando un poco los ánimos. Esto hasta que llega el momento de la verdad, donde el nuevo dueño decide demoler el edificio para hacer un proyecto “moderno” en Marzo de 2019. 

Vemos entonces dos actores claros: los locatarios y el dueño del lugar, Jorge Rubio. Los primeros tienen la legitimidad social e histórica, mientras el segundo tiene los derechos en el ámbito legal. Frente a este conflicto entran el tercer y cuarto actor como mediadores: los tribunales y las autoridades políticas, respectivamente. Éstos últimos se encargan de dar el apoyo correspondiente a alguno de los actores en disputa. Ya han aparecido figuras como el actual Alcalde Marcelo Pereira o el RD (ex candidato a Alcalde) Cristóbal Reyes. De hecho, el primero recurrió al Consejo Regional (CORE) para recuperar el edificio. Por su parte, son pocas las señales de apoyo de políticos hacia el dueño del local, ya que podría ser perjudicial pronunciarse expresamente a favor de éste, considerando el cariño que le tiene la gente de la zona a este lugar. 

Con los actores en escena ya instalados, podemos proceder entonces a recapitular algunos de los hechos que han llevado violencia a esta intriga desde hace varios años, llegando a su clímax con lo sucedido estos últimos días. 

Como se decía, el momento de la verdad llega en Marzo de 2019, cuando Jorge Rubio decide demoler el histórico edificio para construir un centro comercial, un Stripcenter. Esto daría plazo a los locatarios de salir del recinto a más tardar a fines de Agosto, afectando a cerca de 100 trabajadores, sus familias, además de sus fieles clientes consumidores de sus productos. 

Los arrendatarios del inmueble empiezan a ser víctimas de constantes intentos de desalojo, cada vez más agresivos. En primer lugar, el fiscal Arturo Herrera llega al Mercado Municipal de Coquimbo en compañía de Carabineros, para expulsar a cinco locales comerciales del histórico edificio. Frente a la resistencia de los locatarios, sólo pudieron hacerlo con un solo negocio. 

Es así que empiezan a llegar las órdenes de desalojo, una tras otra. Por lo que los locatarios deciden organizarse para defenderse en primer lugar ante estas arremetidas, pero también para hacer un proyecto de recompra y así evitar que sigan llegando nuevas órdenes judiciales. "El dueño debe venir y conversar con la directiva y no atacarnos", explica la señora Norma, quien apela al diálogo para resolver el conflicto. Se reúnen con el Edil Marcelo Pereira y personeros del Municipio, donde éstos se comprometen principalmente a dialogar con Jorge Rubio para solicitar una extensión del plazo de desalojo; y sino buscar una reubicación, hacerse parte como Municipio y dar la solución que corresponda. 

Aumenta la tensión 

Rubio le responde a Pereira que éste debía hablar con la empresa encargada de construir el moderno recinto para hacer el acuerdo, el Grupo Arenas de Coquimbo, representado por Alejandro Ruiz. El Edil aclararía que nunca le respondieron, lo que expresa cómo en Chile los grupos empresariales pueden pasar a llevar a las autoridades políticas. Esto llevó a un quiebre entre la empresa y la Alcaldía, donde el empresario acusa al Alcalde de nunca hacer una propuesta concreta, llamándolo además a no generar expectativas irreales. 

Desde la ruptura entre la empresa y el municipio en Septiembre de 2019 hasta Abril del 2020, fueron cuatro los intentos de desalojar a los comerciantes, por lo que la presión era evidente, y no sólo legal, sino también física y mental. De hecho, Darwin explica que Rubio contrató a dos personas: “Juan Carlos Pavéz y Mario Araya, quienes empezaron los desmanes. Empezaron a hacer tira los locales y convencieron a otros con dinero”. Ahora empiezan a tener más sentido las agresiones llevadas a cabo por este grupo la semana pasada. 

En Julio de 2020 vendría un quinto aviso, cuando Vinka Basaure es agredida por un grupo de personas que tenían como objetivo un nuevo intento de desalojo. En este caso, los locatarios proceden a llamar a Carabineros, quienes apaciguan los ánimos, pero luego de media hora vuelven alrededor de 30 personas con palos y piedras a seguir presionando. Esto sería un indicio que no iban a claudicar, ni siquiera con la presencia de Carabineros. ¿Qué relación tienen estos individuos violentos con Jorge Rubio? ¿Cómo es que se paran de tal manera para defender los intereses del empresario? ¿Por qué tanto compromiso con estos intereses? Pareciera que el dueño legal del inmueble está desesperado por lograr tal desalojamiento, siendo que hasta se encontraron osamentas en algún momento dentro del interior del recinto. 

Así fueron sucediendo los eventos, hasta que llegamos al último y más agresivo de todos. “Nos sacaron por la fuerza. Venían preparados, traían elementos para cerrar el mercado por dentro" comenta Patricio Basaoure,  presidente y vocero del sindicato de trabajadores del mercado.  Marcelo Pereira también tiene sus sospechas “hay alguien que debe estar detrás de todo esto y mi mayor susto es que quiera quemar el recinto” planteó. No tardaron en llegar a las redes sociales los comentarios en que catalogan a los agresores como "mercenarios". 

Tan acostumbrados están estos locatarios a las presiones, que habían advertido mediante un video que iban a llegar personas enviadas por los dueños del inmueble para dañar el recinto. Y como era de esperar esta acción, se organizaron haciendo guardias, hasta que efectivamente llegó el grupo "mercenario". Carabineros llega a las 22:00 horas, siendo dos horas después del llamado realizado. El resultado: 23 detenidos imputados por usurpación de morada e incumplimiento del artículo 318 del código sanitario; hombres y mujeres asustados; barricadas y una carabinera herida. 

Las acciones de los actores histórico-patrimoniales 

Los locatarios frente a estas constantes presiones han respondido mediante el apoyo del equipo jurídico municipal. Dentro de estos esfuerzos, se han encontrado varias irregularidades que ponen en duda la venta del inmueble a Mercado Inversiones S.A. Francisco Basaure explica que “Mientras no se finiquite el traspaso, la venta, el propietario no va a parar ninguna gestión judicial”, además de que han “iniciado una campaña para reunir fondos y ya llevamos unas ocho mil firmas de la comunidad”. 

Los principales argumentos radican en una orden de embargo y una duplicidad de roles que existían al momento de vender el recinto, por lo que podría considerarse la venta como ilegal. ¿Qué es la duplicidad de roles? Claudio García, representante legal del municipio, explica a diario El Día que el fin del inmueble siempre fue ser un mercado municipal, pero se vuelve a inscribir el año 1992, lo que no tendría sentido jurídico, enredando los propósitos que habían para el recinto. Si este tipo de cosas no se aclaran, no se puede realizar la venta. 

Además, hay que recordar la relación de Rubio con una ex funcionaria municipal, sumándole un hecho curioso: el ex-Alcalde Velásquez había solicitado frente a su concejo que el inmueble se vendiera por la cifra de 450 millones de pesos, siendo aprobada esta propuesta. Sin embargo, al no haber postulantes, la venta no prosperó. Después de un tiempo, el entonces Alcalde remata el famoso mercado por un valor de 310 millones de pesos, cifra bastante menor. El remate salió el día Viernes, dos días después se baja el embargo con el que contaba el recinto, y el Lunes aparece el ya mencionado comprador. 

De igual forma, debemos entrar a considerar la incompatibilidad urbana, por lo que podría ser un problema que tendría que resolver a futuro el Plano Regulador de la ciudad. Recordemos que la asociación entre Rubio y la empresa constructora tiene el motivo de construir un Stripcenter. Es interesante que siga ligado a la actividad de comercio, pero ahora no seguiría las lógicas tradicionales, sino que las modernas. Como si necesitáramos más servicios de retail en la ciudad, tenemos un mall al lado.  Pero bueno, el problema radica en que este proyecto viene acompañado con la construcción de un estacionamiento (que ya pasó a ser un negocio aparte para los dueños de este tipo de comercios al cobrar por fracción de hora). El Alcalde decide enviar una solicitud a la Seremi de Transportes, para una reevaluación de construcción debido a los impactos negativos que podría generar, sobre todo en temas de congestión vehicular. 

La defensa de los actores modernistas 

La defensa de la empresa ha sido más difícil de dilucidar. Sin embargo, aparece finalmente el abogado de Mercado Inversiones S.A, Eugenio Cortés, mencionando que este no es un tema público, sino que “es un tema privado que arrienda una propiedad, estos arrendatarios no pagan, por lo tanto, se les pide que devuelvan los terrenos, no es más que eso (...) Desde un punto de vista privado, esto va siguiendo su curso normal”, explica al diario El Día. Sin embargo, ofrece un acuerdo en que “si se van voluntariamente hay una remisión de las deudas que mantienen y que son millonarias”, ofrecimiento que al leerlo suena más a amenaza que conveniencia. 

También en el mismo medio, hace de sus pocas apariciones Jorge Rubio quien explica: “yo no soy el que va a construir, es una empresa que viene de Santiago. Esta empresa va a construir y hay compromisos, si yo le tengo que entregar el terreno y yo en ese minuto le dije al Alcalde (Pereira) que, si alguien tenía que conversar con él era la constructora, porque ellos (locatarios y municipio) querían más plazos”. Siguiendo su línea dentro del marco legal, explica que un locatario fue desalojado y vuelve a introducirse, omitiendo la resolución del juez y rayando en lo criminal. 

Sin embargo, Rubio olvida que la resolución del juez viene de una acción legal, pero ilegítima. Y dentro de un modelo totalmente deslegitimado, es totalmente comprensible el cuestionamiento a sus leyes y el alzamiento de la ciudadanía en busca de proteger su patrimonio. Al fin y al cabo, la ciudadanía es quién elige a los redactores de las leyes. En una sociedad existen los acuerdos, y las leyes son eso: acuerdos racionales derivadas de un conflicto entre partes, por lo tanto, son susceptibles a cambio. 

Por su parte, el consejo regional tomó la decisión de apoyar a los locatarios en forma casi unánime, exceptuando a Mario Burlé, quien sigue la línea de que es un problema de privados y que sería “una aberración gastar 1300 millones de pesos en un edificio que no vale nada”. Por una parte, no hay monto de dinero que pueda reemplazar a la historia, y justamente al tener valor patrimonial el edificio, ya deja de ser una tema netamente privado. 

¿En qué está el conflicto hoy en día? 

El Juzgado de Garantía dejó a los 23 sujetos con medida cautelar de arraigo nacional y prohibición de acercarse a 250 metros a la redonda del mercado municipal. Fue el magistrado Diego Rubí quien negó la ampliación de la detención solicitada por Fiscalía y ordenó la libertad inmediata de los imputados. Su argumento principal se relaciona con la falta de pruebas: no hay fotos de los daños, ni lesiones de Carabineros, tampoco antecedentes penales, por lo que no se puede acreditar el delito de usurpación del inmueble. Esta decisión no tardó en ser criticada en las redes sociales, donde las palabras sospecha y arreglo recayeron fuertemente contra el poder judicial. "Consideramos que fue un delito mucho más grave, robo con intimidación, de 5 años para arriba. Esperamos que la fiscalía vuelva a revisar el caso", comenta Darwin, secretario del sindicato, mientras se tapa un poco la cara como señalando decepción por la decisión tomada. 

Finalmente, luego de todo este problema, la Senadora Adriana Muñoz envía un oficio al subsecretario del Patrimonio Cultural, y también presidente del Consejo de Monumentos Nacionales, Emilio de la Cerda Errázuriz. Oficio el cual estuvo acompañado de una charla telefónica para comentar el problema y la necesidad de nombrar monumento histórico al inmueble. Esto se verá el próximo 23 de Septiembre para su votación. De suceder esto, el argumento de que es un problema de privados ya no tiene respaldo siquiera legal. "Esto es muy importante, porque el 23 se dirime si se declara monumento o no, antes de esa fecha querían despedazar el mercado. Ahora ya no pueden romper el patrimonio antes de." Explica el recientemente mencionado secretario. 

¿Qué podemos concluir? 

Es necesario recordar el contexto en donde se enmarca la disputa por el histórico inmueble. Durante los últimos 30 años, Chile ha desarrollado un modelo donde la economía se ha incrustado en los distintos ámbitos de la sociedad: política, periodismo, deportes, educación, salud, cultura, entre muchos más que se basan en el conocido “Libre mercado”. Así, la organización urbana también se ve transformada, cambiando el paisaje y modo de vida de los habitantes. 

Esto es lo que plantea el sociólogo Mark Granovetter, donde la economía se distingue de las otras actividades de la sociedad, haciendo que las relaciones sociales ya no se basen en el parentesco o afecto, sino en el cálculo para la ganancia individual, "de uno" diría en buen chileno. Polanyi menciona que hay una pugna constante entre la entrada total de la economía a la sociedad, y la reacción que tiene la gente a este proceso. Distingue sociedades con una economía incrustada o desincrustada en ellas: A mayor incrustación, las pautas de la economía regulan a las instituciones sociales; A menor incrustación, son las instituciones sociales quienes regulan las pautas económicas. En este caso se observa una alta incrustación de las pautas económicas, donde se imponen los actores empresariales (Jorge Rubio) por sobre los actores patrimoniales (Locatarios del mercado). 

Podemos entender entonces que la venta del histórico inmueble viene a representar esa incrustación de la economía moderna dentro de la sociedad coquimbana, buscando cambiar sus pautas culturales y sociales históricas por un nuevo paisaje basado en el consumo de stripcenters, mall, entre otros. La verdad es que si seguimos permitiendo que la economía modernista se incruste en cada parte de nuestras vidas, la cultura de Coquimbo cambiará, será la misma que muchas partes del mundo y no tendrá sus especificidades que la hacen ser una ciudad tan rica en términos culturales. 

Lo bueno es que sí tenemos instituciones estatales que apoyen y quieran regular este avance "moderno". No quieren permitir que èste penetre hasta las bases de nuestra forma de vivir. Es por eso que los locatarios decidieron hacer frente a este avance, generando una pugna contra la arremetida modernista (representada por Jorge Rubio y su Mercado Inversiones S.A) donde tuvieron el apoyo del Alcalde y la mayoría de su consejo. 

Ahora, es importante entender que este es un proceso que lleva años, y que está pasando en distintas partes de Chile, no sólo en Coquimbo. Queda claro que esto podría significar un cambio total de los modos de vida dentro de nuestro país. ¿Es eso lo que queremos? Es importante hacer ese ejercicio reflexivo y pensar: ¿Qué preferimos? Una ciudad llena de malls, stripcenter donde se puedan comprar cosas que se ven en todo el mundo. O una ciudad con su cultura específica, donde dentro de los mercados podamos ver la identidad del coquimbano. 

"Queremos que el coquimbano sienta el mercado como propio ¿Quién no tiene una historia en el mercado de coquimbo? Estamos peleando por el  bien de la comunidad no para nuestro núcleo, nosotros ya tenemos donde vivir, tenemos un espacio físico. Vamos a construir un nuevo mercado y que sea devuelto a la comunidad y que ella decida. Que quede para los jóvenes en la posteridad" concluiría Darwin al respecto. 

Hoy en día como sociedad somos bastante poco críticos sobre los bienes culturales y su importancia histórica como testigos del patrimonio y la evolución de nuestras ciudades. De este conflicto podemos aprender dos cosas: tenemos poca conciencia sobre nuestros monumentos y patrimonios culturales, pero la hemos generado y hay que utilizarla como herramienta para disputar los espacios que quieren reconstruir con el fin de la ganancia de unos privados en desmedro del bien público. 

Por lo mismo, es necesario estar atentos a los acontecimientos que ocurran este 23 de Septiembre, donde se resolverá esta histórica disputa. Darwin hace un llamado: "Invitamos a la ciudadanía que el 23 concurran al mercado, los esperamos con un cóctel esperando celebrar juntos. Esperemos que se unan la prensa y las autoridades también, porque es un bien para todos."