Hambre en tiempos de crisis

Nuestro país y el mundo atraviesan en estos tiempos una crisis sanitaria por la propagación del virus Covid-19, una crisis que devela la precariedad, porque es en tiempos de crisis que la vulnerabilidad se hace visible, en todos los ámbitos, en la salud, en el trabajo, pero hay una vulnerabilidad que se ha naturalizado, el hambre.

Es en tiempos de crisis en que el estado reconoce, que hay niños, niñas y jóvenes que en este país se alimentan sólo de la comida que les entregan en los establecimientos educacionales. Al establecer medidas para asegurar que esos niños, niñas y jóvenes reciban en los colegios, la alimentación que necesitan hace un reconocimiento de que, en esta sociedad nuestra, hay familias que no tienen los suficientes recursos para alimentar a sus hijos e hijas.

Es imposible no pensar en la angustia de esas madres y padres, que su preocupación no está en cuál será el menú del día siguiente; sino en como harán para darle de comer a sus hijos e hijas, cuanto dolor al ver que sus hijos e hijas tienen hambre.

Síntoma del escaso valor del trabajo, de la precariedad laboral, de los precios excesivos de los alimentos, de la falta de regulación de utilidades, síntoma de que la alimentación de las hijas e hijos de esta patria nuestra está en manos del libre mercado. 

Síntoma también, de una sociedad carente de políticas públicas pensadas en el bienestar de sus ciudadanos y ciudadanas, y que, por el contrario, considera eficaz y eficiente al libre mercado.

Debemos ver esta precariedad, hacernos cargo de ella, sacando la avaricia y la especulación de nuestra sociedad, permitiendo el ejercicio pleno de derechos, quizás en ese momento dejen de haber niños y niñas en este suelo nuestro que sufran de hambre. 

Es en tiempos de crisis en que la ausencia del estado en la protección de derechos se hace notoria.

Es en tiempos de crisis que los usuarios de salud privada creen en la salud pública, cuando se ven enfrentados a los cobros usureros del sistema de salud.

Reflexionar si esta es la sociedad en la queremos desarrollar vida se hace necesario, y avanzar desde las quejas a las propuestas aún más necesario.