Hernán Godoy, Denunciante de Monseñor Cox: "Se fue este mundo sin ser reconocido como un pedófilo"

13 Agosto 2020

Hernán Godoy denunció ser víctima de abusos por parte de Cox entre los años 1985 y 1986, cuando tenía solo 13 años de edad

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En horas de la madrugada de ayer falleció el ex Arzobispo emérito de La Serena y uno de los líderes del movimiento Schoenstatt en Chile, Francisco Cox, a los 86 años de edad, debido a una insuficiencia respiratoria y una falla multisistémica en la ciudad de Santiago, donde estaba al cuidado de una familia cercana a la orden Católica.

Durante el año 2018, el Vaticano informó que el Papa Francisco dimitió de su estado clerical a Cox por estar involucrado en casos de abuso sexual.

Uno de los primeros en realizar las denuncias fue Hernán Godoy, quién fue víctima de abusos por parte de Cox entre los años 1985 y 1986, cuando tenía solo 13 años de edad. “Desde esa edad que vengo manifestándome en contra de él, y el año 2002 decidí hacerlo público, cuando salieron a la luz todos los casos de abusos”.

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Godoy decidió establecer una denuncia de manera legal, junto a otras personas que también fueron víctimas del ex líder eclesiástico de La Serena, “nos movíamos de un lugar para otro, en ocasiones parecía que nosotros fuéramos los imputados, Cox andaba libre como si nada, se le dio todo en bandeja”. 

Para Hernán y las demás victimas el fallecimiento de Francisco Cox no remedia el daño que causó, además lamenta el hecho de que haya fallecido sin antes haber sido condenado por la justicia, “se luchó, lamentablemente la vida quiso otra cosa, Cox se fue de este mundo sin ser reconocido como un pedófilo”.

“Estoy decepcionado de la justicia yo presumía, que no se iba a condenar ya han pasado tres años de investigación, aun así la justicia debería dar un dictamen, para nosotros hubiese sido reparador que fuera juzgado en vida”, agrega la víctima.

DOLOROSOS RECUERDOS

Según relata Godoy, en el año 1986, época donde ocurrieron los abusos, las victimas recuerdan que los delitos cometidos por Cox eran un secreto a voces entre los miembros de la Iglesia. “Cuando Cox iba a un lugar, los diáconos nos preparaban y nos decían: Niños, ¿se pintaron los labios?, ya que viene Francisco Cox” indicó.

“Cox era un persona elegante, siempre andaba bien vestido, pero cuando veía niños se volvía loco, se perdía totalmente, te daba besos te buscaba la boca y te hacia cariños, notábamos que hasta su respiración cambiaba, recuerdo todo, cierro los ojos y es como si estuviera acá” finalizó Hernán Godoy.