Isabel Margarita Coll Gaete: “Estoy en contra porque esto no es lo que mi papá y mis tíos dispusieron”

Los terrenos del “parque Coll” fueron donados bajo condición al Fisco de Chile, quien posteriormente los entregó a La Serena  para crear un “Bosque y parque público”, para muchas personas, incluidas la nieta de Gabriel Coll Dalmau, estos terrenos hoy se encuentran abandonados, reducidos, intervenidos y parte de ellos entregados en comodato.

Hace unas semanas desde la Municipalidad se planteó la idea de crear un jardín botánico en 6 hectáreas de esas inmediaciones, lo que ha generado diversas críticas en la ciudadanía.

La familia Coll protesta

Isabel Margarita Coll es nieta de Gabriel Coll Dalmau, en cuyo honor, su padre y tíos donaron en la década del 50 los terrenos del parque, plantea que la donación no se ha cumplido como debiera ser.

“El mal llamado parque,  es lo que va quedando  de los terrenos donados por  mi padre y sus hermanos para que allí  existiera  un parque y bosque públicos en memoria de mi abuelo, Gabriel Coll Dalmau”, plantea Isabel.

La nieta del otrora dueño de los terrenos dice contar con documentos  que especifican qué debe haber allí.

 “Mi familia debió trasladarse al sur y cuando volví a esta región, sufrí un tremendo impacto emocional al darme cuenta que ese regalo, que mi papá y mis tíos hicieron a la ciudad de La Serena, estaba absolutamente abandonado, despreciado y transformado en un basural.” Declaró.

Con respecto a la intervención que la Municipalidad de La Serena realizará, Isabel Margarita se muestra reacia, “estoy en contra porque esto no es lo que mi papá y sus hermanos determinaron. Se escudan en que lo van a mejorar, pero resulta que la donación consistió en algo más de 50 hectáreas y lo que pretenden  arreglar o desarreglar son solo seis”.

Además plantea que habló con el Alcalde de La Serena, pero que “con mucha desilusión me di cuenta de cual era la visión que tenían en el municipio, lo importante para ellos es la rentabilidad económica de los terrenos, en circunstancias que lo privilegiado por los donantes fue la rentabilidad social de los mismos. Es por esta razón que  comparto y apoyo  plenamente la inquietud de los pobladores de las cercanías”.

Finalmente Isabel Margarita señala que en la Municipalidad se escudan con que esto no será privatizado y es enfática en señalar que “será para beneficio privado y se harán negocios donde se beneficiarán algunos y eso vulnera el modo para el que se donó”.  A esto le suma además, “el incomprensible abandono en que se encuentran esos terrenos me confirma que a la Municipalidad nada le importan, al punto que ni siquiera se ha honrado la memoria de mi abuelo, puesto que nunca se ha llamado Gabriel Coll Dalmau, no hay ni un solo letrero que así lo consigne”.