Buenas conversaciones, buenos futuros
La increíble historia de pescadores que estuvieron náufragos una semana en isla de La Higuera
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Es de esas historias que parecen sacadas de una película. Pero a veces la realidad supera a la ficción. Y para estos pescadores, esa realidad se tornó una pesadilla de 7 días. Pero también, una historia de vida, de instinto de supervivencia, de fortaleza y de valor para superar la adversidad.
Y es que los 8 tripulantes de la lancha albacorera "Don Claudio" nunca pensaron lo que vivirían cuando salieron del puerto de Coquimbo para pescar en la zona entre la región de Atacama y de Coquimbo.
La embarcación, procedente de Talcahuano, salió de Coquimbo el pasado martes 6 de julio, y comenzó a sufrir los embates de las marejadas, hasta colisionar con un islote. Ahí, la embarcación, producto de la fuerza del mar, se desintegró.
6 de sus tripulantes pudieron llegar hasta la Isla Pájaros, en La Higuera. Rigoberto Aránguiz, fue uno de ellos, no sin antes luchar contra la fuerza del mar. "No podía subir, la lancha me succionaba. Hubo un momento en que me entregué. Vi las fotos de mis hijos, de mi pareja, de toda mi familia, y salí y me aferré a una boya", relata entre lágrimas.
Una boya arrojada por su compañero, Peter Moraga, quien junto a Domingo Arriagada, lamentablemente aún se encuentran desaparecidos
SOBREVIVIR A TODA COSTA
El mar prácticamente les arrebató todos los insumos que tenían en la lancha. Sólo un encendedor y 2 mantas térmicas fue lo único a lo cual se aferraron para sobrevivir. "Se perdieron las bengalas y prácticamente la totalidad de los insumos de supervivencia, salvo 2 cobertores térmicos", nos cuenta Rigoberto.
Con un frio terrible, sin comida y sin ropa de abrigo, durmieron en una balsa. Hicieron fuego con un encendedor que rescataron, y tras quedar exhaustos de la lucha contra el mar, al día siguiente salieron a buscar a los dos compañeros que faltaban. Fue en vano.
"Gritábamos los nombres de nuestros compañeros. Peter, Domingo, uno de mis compañeros gritaba por su papá. Fue la noche más larga (de mi vida)", señala Rigoberto.
Luego de explorar el islote encontraron algunos insumos, tales como un bidón con agua, algo de ropa y comida, dejados en el lugar por quien sabe quién, probablemente otros pescadores que acampan en estos islotes. Asimismo, una radio que hicieron funcionar. Pero nadie contestaba.
Creyendo que el rescate sería pronto, agotaron la poca agua que tenía el bidón. Pero pasaban los días y nadie llegaba. Tuvieron que comer huevos de pájaros, y los mismos pájaros que pudieron cazar. Asimismo, hirvieron agua de mar, con la esperanza que ellos mismos se repetían día tras día, diciéndose "mañana nos vienen a rescatar".
Fueron 7 días, hasta que un avión de la Armada los avistó y así pudieron ser rescatados.
Hasta el día de hoy se mantienen las labores de búsqueda de los 2 pescadores que aún se encuentran desaparecidos.
