¿Los extrañas? 5 buenas razones para usar un celular antiguo

09 Julio 2021
Una discusión con muchos puntos de vista, pero lo cierto es que conservamos algún buen recuerdo con uno de esos primeros teléfonos móviles que tuvimos décadas atrás.
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¿Los extrañas? 5 buenas razones usar un celular antiguo

Obnubilados con el color y las posibilidades de los smartphone actuales, las experiencias con celulares antiguos suenan a historias de siglos atrás.

Era otra época y hubo en particular ciertos modelos de teléfono móvil que lograron meterse en el corazón de los usuarios gracias a su fácil uso y largo periodo de vida útil.

Recordamos los viejos Nokia con forma de ladrillo, toscos pero firmes; los Motorola, los primeros Sony Ericsson de colores con tapa o incluso los extintos Siemens.

Las capacidades de los dispositivos de hoy son indiscutibles, comenzando por las cámaras de primer nivel y sistemas operativos elaborados para sintonizar con las necesidades diarias más imprenscindibles, como transportarse con seguridad, por ejemplo, en el caso de una persona no vidente.

Hay ciertos aspectos, eso sí, en lo que los celulares antiguos son todavía insuperables.

  • Resistencia: Con pantallas digitales básicas monocromáticas, que se cayera el teléfono no era realmente una preocupación. Al menos no en lo referente a una posible trizadura. Eso sí, había que fijarse a donde saltaba la batería, la tapa, el teclado, y el teléfono mismo, que quedaba desarmado tras un porrazo intenso.

  • Fácil uso: En torno al año 2000, los teléfonos celulares mantenían la comunicación por voz como la función principal para la que fueron diseñados. Y hacer eso era sencillo, no por nada los teléfonos pensados para el adulto mayor que existen en la actualidad se asemejan a esos viejos celulares.

  • Duración de batería: Había modelos en los que una carga podía fácilmente durar cinco días, o incluso más según el uso. Claro, no tenían cámara ni aplicaciones que consumieran mucha energía. Hasta la serpiente del Snake era económica y sólo tras horas jugando podíamos gastar la batería. Hoy nos toca conectar el equipo móvil a la corriente por lo menos una vez al día.

  • Precios más asequibles: En 2003, cuando se lanzó el Nokia NGage, que era lo más avanzado y permitía usar videojuegos, su valor inicial eran 300 dólares. Casi 20 años después, con ese dinero alcanza para comprarse un buen teléfono, pero habría que agregar por lo menos 600 dólares para pensar en los equipos top de línea. Al precio del equipo, sumémosle los contratos y dinero que hay que desembolsar para mantener con una conexión de internet móvil. El formato prepago, guste o no, parece ir en retirada.

  • ¿Qué es la nomofobia? Un problema que estará relacionado siempre a la última década y a la dependencia cada vez mayor de la persona con su smartphone Comprar por internet, jugar, sacar fotos, usar aplicaciones de citas, redes sociales, y un largo etcétera de elementos que mantienen pegados varias horas del día a la pantalla del teléfono.

Hay una larga lista de otras razones que se pueden agregar, como que los celulares antiguos no se pueden localizar, a diferencia de los smartphone, pero eso cabe más en la dimensión de ponerle juicios de valor a cada función del equipo. 

En definitiva, lo mejor es adaptarse y mantener claridad respecto al uso que queremos darle a nuestro celular. Hoy resulta insostenible mantener un equipo sin whatsapp e internet móvil, para comunicarnos con nuestras familias y también para trabajar. O simplemente, para ver memes y videos de perritos.

Si las redes sociales y aplicaciones nuevas no nos van, tal vez sea una oportundidad de dejar de gastar tanto dinero en un celular y optar por un teléfono móvil básico adaptado a los nuevos tiempos.

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