Los pros y contras del regreso del horario de invierno

14 Marzo 2016

El gobierno sorprendió al anunciar que desde el segundo sábado de mayo comenzará a regir el horario de invierno, es decir, se retrasarán los relojes en una hora. ¿Cómo afecta eso a la calidad de vida? Una especialista analiza lo positivo y negativo de este repentino cambio de horario.

Equipo El Obser... >
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El Gobierno dio marcha atrás y todos quedaron sorprendidos. Aunque un Decreto Supremo aprobado en enero de 2015 extendía el horario de verano hasta el 25 de marzo de 2017, el ministro de Energía, Máximo Pacheco, anunció que a partir del segundo sábado de mayo regresará el horario UTC-4, es decir, el llamado ‘horario de invierno’

Si bien durante el año en que se cumplió el Decreto Supremo se registró un ahorro energético del 1% y hubo una disminución en los delitosnocturnos, también el ausentismo escolar aumentó en un 2,4%. Con el regreso del cambio de horario se busca aplacar ese efecto. Ahora esta nueva medida obligará a retroceder los relojes una hora, provocando que amanezca más temprano y que, por lo tanto, se oscurezca también más temprano. 

¿Cuáles son las consecuencias positivas de la vuelta del cambio de hora? “Este horario de invierno beneficiará a los sectores de la población que deben salir muy temprano de sus casas a trabajar (5 de la mañana, por ejemplo), porque ahora esto les va a aumentar la sensación de que ya comenzó el día y que no están saliendo de noche a sus empleos. En tanto, los niños serán los grandes beneficiados de este cambio, ya que a la población infantil le costará menos levantarse temprano, disminuyendo el ausentismo escolar que quedó en evidencia el año pasado”, indica Karina Gatica, Directora de los Programas de Magíster de Familia y Resolución de Conflictos de la Facultad de Ciencias Humanas y Educación de la Universidad del Pacífico. 

Si bien los efectos negativos son ampliamente difundidos por la población, destaca esa sensación de que el día se hace más corto, ya que la falta de luz dificulta la realización de otras actividades en la tarde. “Nuestro país tiende mucho al encierro, a no hacer otra vida entre el trabajo y la casa. Por lo tanto, el horario de verano nos daba la posibilidad de mirar más allá de nuestra rutina. El regreso del huso invernal no entrega esa oportunidad de realizar otras actividades, de relacionarse más con otras personas, de compartir con la familia y amigos”, explica la experta en Calidad de Vida. 

La molestia frente al cambio de horario 

El año pasado, cuando se anunció que no habría cambio de horario, las críticas no se hicieron esperar. De hecho, según una encuesta el 63% de la población chilena rechazaba la ausencia del cambio de horario por estación. Pero, frente al anuncio inesperado del Ministro Pacheco, los chilenos se volvieron a manifestar en contra de las decisiones gubernamentales. 

“Esta crítica a cualquiera de las dos decisiones (sí o no al cambio de horario) genera una molestia en la ciudadanía, que ya se había acostumbrado a una continuidad de un huso horario. Este nuevo cambio nos pone de nuevo en la situación de que el organismo se acostumbre, a cambiar esquema, horarios de sueño, alimentación, etc.”, analiza la docente de la Universidad del Pacífico. 

El cambio de horario genera malestar, principalmente en las zonas extremas del país, como por ejemplo la Región de Magallanes y Antártica Chilena, donde su condición per se es tener un ‘día más corto’, lo que se aumentará con el atraso del reloj. 

“Chile tiene una mentalidad súper centralista y esta nueva medida va a afectar a un sector de la población más que a otro. Si hay poblaciones que necesitan otras condiciones, como Magallanes que pide su propio ‘tiempo’, sería perfectamente analizable, ya que es importante tomar en cuenta la sensación del otro y cómo esto puede afectar la calidad de vida de esos habitantes”, sugiere la Directora de los Programas de Magíster de Familia y Resolución de Conflictos de la Facultad de Ciencias Humanas y Educación de la Universidad del Pacífico.