Primeros auxilios: Sepa actuar cuando una vida corra peligro

05 Abril 2016

Proceder adecuadamente frente a heridas, traumatismos, quemaduras, incluso un paro cardiorespiratorio, en ciertos casos, puede resultar vital. Por lo mismo, es importante estar preparados para cuando la ayuda especializada no se encuentra.

Equipo El Obser... >
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Los primeros auxilios son todas aquellas medidas que se realizan desde que ha ocurrido el accidente, hasta que se recibe la atención especializada. Para el Dr. Miguel Ángel Marchesse, subdirector médico de la Mutual de Seguridad CChC, “saber cómo actuar de forma oportuna en el caso de accidentes menores o mayores, es algo que puede resultar clave e, incluso, vital. Por lo mismo, es importante que todas las personas manejen los conocimientos básicos incluidos en los Primeros Auxilios”.

Por esto, y para proceder de manera adecuada ante cualquier tipo de acontecimientos, el profesional entrega los siguientes consejos:

Actitud del auxiliador:

     Seguridad, evaluar el entorno.

     Escenario, observe el tipo de accidente y personas involucradas.

     Recursos, active los medios necesarios para una atención de emergencia.

Examen de la persona accidentada:

     No sacar la ropa del accidentado.

     Al examinar al lesionado, debe ser metódico y ordenado.

     En un lesionado consciente, el objetivo principal es identificar partes dolorosas.

     Evaluar examen de conciencia: Circulación, Vía aérea, Respiración.

     Ubique a la víctima en posición lateral para evitar acumulación de secreciones que obstruyan la vía aérea y evitar posible asfixia.

     Mantenga al público alejado, pregunte a los presentes quienes tienen conocimientos de primeros auxilios, para que le ayuden y delegue funciones.

     No dé a beber líquidos de ninguna naturaleza, no hay ninguna lesión que lo justifique.

     Evite que el accidentado vea sus heridas, esto podría agravar su estado.

     No debe abandonar al accidentado, envíe a otra persona en busca de ayuda.

     Cubra al lesionado para mantener la temperatura corporal.

HERIDAS

     Limpie la zona con abundante agua y jabón.

     Aplique un antiséptico y cúbrala con un apósito.

     En caso de hemorragia, acueste al afectado y descubra la zona lesionada.

     Si se trata de una extremidad, elévela y aplique una gasa esterilizada o un paño limpio y comprima durante cinco minutos la zona. Si la herida deja de sangrar véndela. Si sigue, aplique otra gasa encima y comprima con más fuerza.

CONTUSIÓN

     Aplique frío localmente mediante compresas, bolsas de hielo o cubos.

     No use hielo directamente sobre la piel durante tiempo prolongado, porque puede producir quemaduras por frío.

     Mantenga la zona lesionada en reposo y aplique una pomada o gel antiinflamatorio.

     Si la contusión es múltiple y más severa debe ser tratada por un especialista.

     Si la zona afectada incluye la cabeza y se produjo pérdida de conciencia o somnolencia, es necesario consultar con un médico.

QUEMADURAS

     Lávese las manos, ponerse guantes de látex –de contar con ellos- y limpiar la herida con suero fisiológico, o agua hervida fría o tibia.

     Aplicar desinfectante en los bordes de la herida.

     Cubrir con una gasa estéril si es muy extensa. Ojo que frente a una hemorragia esta se debe contener primero, aplicando presión sobre la herida.

ASFIXIA

     Una de las formas de ayudar a una víctima de un atragantamiento es la maniobra de Heimlich. Para ejecutarla, póngase detrás de la víctima, rodeándola con sus brazos, con sus manos cruzadas sobre su ombligo, pero debajo de su esternón. Empuje hacia arriba para expeler aire desde los pulmones y repítalo hasta que tenga éxito en extraer el objeto de la tráquea.

PARO CARDIORESPIRATORIO

     Evaluar presencia de pulso, no perder más de 10 segundos buscándolo. El tiempo es clave.

     Si la persona no responde y no tiene pulso, debe iniciar la reanimación cardiopulmonar (RCP). A menos que sospeche de una lesión espinal, voltéela cuidadosamente sobre su espalda y despeje sus vías respiratorias. Si sospecha que tiene una lesión espinal, deje a la persona donde está, siempre y cuando esté respirando. Si la persona comienza a vomitar, colóquela sobre su lado para ayudar a prevenir que se ahogue.

o    Mantenga la cabeza y cuello alineados.

o    Con cuidado deslícela sobre su espalda mientras sostiene su cabeza.

o    Abra las vías respiratorias elevando su barbilla.

o    Realice 30 compresiones de pecho y dos respiraciones de rescate como parte de la RCP. En el centro del pecho, exactamente debajo de una línea imaginaria trazada entre los pezones, coloque las dos manos juntas y comprima el pecho hacia abajo aproximadamente 5 centímetros con una frecuencia de 100 compresiones por minuto. Después de 30 compresiones, realice dos respiraciones de rescate y revise los signos vitales. Si las respiraciones se bloquean, vuelva a abrir las vías respiratorias. Asegúrese de que la cabeza esté colocada ligeramente hacia atrás y la lengua no la esté obstruyendo. Continúe este ciclo de 30 compresiones de pecho y dos respiraciones de rescate.