Reaparece un ave extinta hace 74 años

08 Marzo 2015

Una subespecie del Chrysomma altirostre se creía desaparecida desde 1941, ahora se ha confirmado su existencia en Myanmar.

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El timalí de Jerdon (Chrysomma altirostre), un ave distintiva de Myanmar y extinta supuestamente en 1941 ha sido redescubierta por un grupo de investigadores a más de medio siglo de su desaparición, dando origen a uno de los fenómenos más peculiares de un ecosistema (entre los muchos otros que existen ahora), donde una especie erradicada "vuelve de entre los muertos".

Hace tan sólo un mes se llegó por fin a la conclusión de que las aves en realidad son descendientes directos de los dinosaurios, y ahora viene otro giro interesante al estudio de esta especie, gracias al resurgimiento del Chrysomma altirostredocumentado en la ciudad de Myitkyo, Myanmar, el pasado mes de mayo de 2014, cuando un equipo compuesto por un grupo de investigadores de la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre de esta nación dio con esta ave siguiendo su canto, para encontrar una parvada completa tras dos días de exploración en la zona.

Los resultados de este trabajo acaban de ser revelados y se da inicio a las labores correspondientes para conservarla. Con el tamaño de un gorrión común y con un canto muy distintivo, esta subespecie del timalí de Jerdon se había convertido en un ave bastante común de la zonas rurales y agrícolas de Myanmar, su existencia se documenta desde mediados del sigo XIX, sin embargo, con el cambio de siglo, la revolución industrial, tecnológica y el crecimiento exponencial de los habitantes, el ave terminó desapareciendo, siendo decretada como extinta en 1941, hasta ahora, 74 años después.

De acuerdo con los chicos de National Geographic esta no es la primera ocasión que sucede algo como esto, existen casos registrados en Filipinas y Tailandia donde aves extintas reaparecieron súbitamente, todo atribuido a la supervivencia a un pequeño grupo de la especie que encuentra un habitat remoto para preservarse.

Una serie de pruebas de ADN y la comparación de registros sonoros del canto constantan que se trata esencialmente de la variación desaparecida del Chrysomma altirostre, aunque las grabacionessugieren que ha sucedido un ligero cambio en el tono de voz de esta ave.

Por lo pronto la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre de Myanmar se encuentra trabajando en un plan para, ahora sí, asegurar la conservación de esta especie.