¿Se te acabaron las vacaciones? Cómo enfrentar el estres postvacacional

17 Febrero 2017

Regresar a la rutina habitual y a las obligaciones laborales después de los días de descanso no es fácil.

Claudio Rojas Araya >
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Se anhelan con anticipación y cuesta decirles adiós. Y es que las vacaciones son importantes para desconectarse, compartir con seres queridos, hacer un “reset” mental y recuperar las energías invertidas durante el año.

Ésa es la principal razón, por la que, según estimaciones, para cerca del 40% de la población chilena resulta muy difícil retomar las obligaciones laborales, cayendo en estados de estrés postvacacional. 

¿De qué se trata? 

“El estrés o síndrome postvacacional es un fenómeno que se produce en aquellas personas que no logran readaptarse al entorno laboral después de un periodo de descanso, manifestando rechazo, el que puede traducirse en molestias físicas y psicológicas”, explica Solange Miller, psicóloga de Clínica Bicentenario. 

Según la especialista, este estado afecta mayormente a las mujeres, género por lo general más propenso a experimentar cuadros de ansiedad, decaimiento del ánimo y depresión. “Es común que se produzca, además, en personas que no están contentas con su empleo, porque no les gusta, por ejemplo, la tarea que desempeñan, su horario, el ambiente laboral o su sueldo. Entonces, se resisten profundamente a la idea de retornar a aquello que no desean hacer”, agrega.

Identificando señales 

De acuerdo a Solange Miller, las primeras señales físicas y anímicas comienzan a manifestarse los días previos al término de las vacaciones. “Hay un deseo de no querer ir, una sensación de levantarse y estar agotado, con falta de energía. Hay gente que efectivamente se pone irritable, ansiosa y comienza a comer más”, señala. 

De vuelta en el trabajo, esas señales pueden continuar, sumadas a una falta de capacidad de conectarse con las obligaciones laborales y de sentir que el rendimiento fue nulo. Según la psicóloga de Clínica Bicentenario, el estrés postvacacional puede extenderse durante días, y provocar incluso episodios de descontrol de impulsos, como llantos y arrebatos. “Suele ocurrir que quienes están afectados por este síndrome, ocultan su pesar en el trabajo. Actúan de manera normal y correcta, pero luego descargan el estrés con su familia, porque saben que tendrán contención”, indica Solange. 

Consejos para combatirlo 

1.       Pensar en positivo. Mirar la readaptación como un proceso natural. Evitar pensar en lo que se considera negativo del trabajo, porque genera más ansiedad y no aporta a la búsqueda de una solución. 

2.       No regresar de golpe. Se sugiere tomarse al menos un par de días para reorganizarse antes de regresar a las obligaciones laborales. 

3.       Respetar las horas de sueño. Asegurar un sueño reparador es imprescindible para no estar irritable y favorecer la concentración. 

4.       Preocuparse de los tiempos de ocio. Buscar una actividad fuera de lo laboral que genere placer, como un deporte, pasatiempo, hobby, vida social, tomar algún curso, etc. 

5.       Alimentarse bien. Comer saludable ayuda a sentirse físicamente bien y evitar problemas digestivos. Es importante moderar el consumo de alcohol (agrava síntomas de depresión) y de bebidas con cafeína (empeoran síntomas de ansiedad y estrés). 

6.       Planificar. Aprovechar el retorno para decir, por ejemplo, “voy a tener mejor actitud”, “voy a contribuir más al compañerismo”, “me tomaré mi trabajo con más calma”, etc. 

7.       ¿Es lo que quiero hacer? Si el síndrome persiste, preguntarse si el trabajo que realiza es el que quiere. “A veces deben ocurrir estos eventos para que una persona busque ayuda profesional, se atreva y replantee un cambio que es necesario para su bienestar”, finaliza la especialista.