Terremotos, cuando la tierra “despierta”

06 Abril 2014

Chile es uno de los países más sísmicos del planeta y se ubica en el llamado “Cinturón de Fuego del Pacífico”. 

Maritza Blanco Vidal >
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Chile es uno de los países más sísmicos del planeta y se ubica en el llamado “Cinturón de Fuego del Pacífico”. Esto es porque nuestro país se emplaza en la parte occidental de la Placa Sudamericana y, el Océano Pacífico, que baña nuestras costas, se ubica en la sección oriental de la Placa de Nazca. 

Las interacciones entre éstas, genera una gran deformación del continente y por consiguiente, diversos fenómenos geológicos. Si la fuerza neta en la zona interplaca es mayor a la fuerza de roce, se genera un terremoto. El tamaño de éste es su magnitud, la que se mide en la Escala de Richter y es proporcional al  área de desplazamiento.

Si durante el terremoto, se desplaza verticalmente el fondo oceánico, se ha de generar un “tsunami”, una palabra japonesa que hace alusión a un tren de olas con gran energía y que desplaza verticalmente una gran masa de agua. Este tipo de olas remueven una cantidad de agua muy superior a las olas superficiales producidas por el viento (conocidas como marejadas).

La energía de un tsunami depende de su altura. Si un tsunami viaja grandes distancias, disminuye la altura de sus olas, pero con una velocidad determinada por la profundidad sobre la cual se desplaza.

Como promedio, la altura de la onda de tsunami en aguas profundas es de 1.0 metros, pero su longitud puede alcanzar algunos cientos de kilómetros. Es, justamente esto, lo que hace que cuando la ola se acerca a la costa, y la profundidad del agua disminuye y aumenta el roce del suelo, la altura de la ola crece y la velocidad del mismo, disminuye.

En física, hay un principio que dice “en la energía nada se pierde, todo se transforma” y cuando la  velocidad del tsunami disminuye y la altura de la ola crece, lo que ha sucedido es que la energía cinética se ha transformado en energía potencial.

Es importante entender, entonces, estos fenómenos porque el nivel de sismicidad de Chile es uno de los mayores en el mundo. 

Estas últimas semanas, el norte grande de nuestro país ha sido aquejado por un enjambre sísmico que tuvo su evento principal este martes 1 de abril, con un terremoto magnitud 8,2 Richter y un posterior tsunami. El pasado miércoles 2, un segundo evento de magnitud 7,8 Richter volvió a alarmar a la población, que tuvo que ser evacuada –nuevamente– ante una nueva alarma de tsunami.

La cultura de nuestro país requiere que como chilenos conozcamos nuestra geología y estos fenómenos. Pero sobre todo, conocer y asimilar los protocolos de acción ante estos fenómenos que son imposibles de predecir, científicamente.

Entonces ¿qué debemos hacer y cómo actuar frente a un terremoto y tsunami? Lo primero que nos indica la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI) es tener un protocolo de acción para enfrentar mejor una emergencia de este tipo y que es muy importante conocer.

¿Cómo actuar frente a un Terremoto?

Antes

  • Si tienes dudas de la resistencia de tu casa, solicita la revisión de un experto.

  • Examina y repara las grietas profundas de los materiales de tu vivienda en cielos y cimientos.

  • Repara cables eléctricos defectuosos y líneas de gas con fugas.

  • En lo posible, reemplaza las conexiones inflexibles de los servicios públicos por conexiones flexibles en las tuberías, ya que éstas son más resistentes a roturas.

  • Aprende cómo cerrar las llaves de paso de la red de gas, agua y electricidad.

  • Instala  objetos grandes o pesados en los estantes inferiores, al igual que la cristalería, vajilla y otros artículos frágiles.

  • Ancla las lámparas de techo y los dispositivos de iluminación superiores

  • Fija los estantes a las paredes.

  • Asegúrate de que los marcos de las puertas estén apoyados fuertemente.

  • Mantén libre de obstáculos, los pasillos y puertas.

  • Es recomendable que tengas un plan para comunicarte con toda la familia, por si no se encuentran reunidos.

  • Busca lugares seguros en tu hogar, oficina o establecimiento educacional (debajo de una mesa fuerte o contra un muro estructural)

  • Identifica zonas de peligro, como ventanas, estantes de libros u otros muebles que puedan caer.

Durante

  • Mantén la calma. Al inicio del sismo, abre la puerta ya que se podrían trabar por el movimiento.

  • Dirígete a un lugar de protección sísmica dentro de tu casa, trabajo o establecimiento educacional. Si te encuentras en inmuebles de adobe, dirígete hasta una zona de seguridad en el exterior.

  • Mantente alejado de los vidrios, ventanas y de todo lo que pueda caerte encima.

  • Si estás en una silla de ruedas, intenta moverte a un lugar seguro bajo el marco de una puerta. En caso de que esto no sea posible, frena las ruedas y protege tu cabeza con tus brazos.

  • No uses los ascensores.

  • Si te encuentras al aire libre, aléjate de edificios, postes de luz y cables de electricidad.

  • Si vas de pie en el metro, agárrate del pasamanos. Si te encuentras sentado, permanece en esa posición y espera las instrucciones del personal para evacuar.

  • Si conduces un vehículo, no te detengas en un puente o túnel. Disminuye la velocidad, estaciona en un sitio alejado de postes, árboles, letreros, cables eléctricos y permanece en su interior con las luces intermitentes encendidas.

  • Si te encuentras cocinando, apaga la cocina y protégete.

  • En caso de que te encuentres en un lugar de asistencia masiva (teatro, cine, estadio, metro, etc.), mantén la calma y no corras hacia las puertas. Espera las instrucciones del personal para evacuar.

Después

  • Debes estar preparado para las réplicas. Éstas pueden ocurrir hasta meses después.

  • Si estás en la costa y el sismo te dificultó mantenerte en pie, evacúa inmediatamente hacia las Zonas de Seguridad, ubicadas en zonas de altura.

  • No camines descalzo, ya que pueden haber vidrios y objetos cortantes en el suelo.

  • Cierra las llaves de paso del gas para evitar fugas.

  • Si el lugar donde te encuentras refugiado resultase dañado por el terremoto, evacúa hacia una zona segura.

  • Si se corta la electricidad, usa linternas a batería o manuales. No uses velas, fósforos ni llamas abiertas en el interior, ya que puede haber fugas de gas.

  • Mantente fuera de las calles. Si tienes que salir después de un terremoto, debes estar pendiente de los objetos puedan caer y de las estructuras debilitadas como paredes, cornisas, calles, puentes, etc.

  • Usa el teléfono sólo para emergencias. Prefiere los mensajes de texto y redes sociales para comunicarte.

  • Limpia todo derrame de elementos que podrían ser tóxicos o inflamables.

  • Debes tener cuidado al abrir clósets y muebles. Las cosas en su interior podrían caerte encima.

  • Mantén encendida una radio o televisión a pilas para recibir instrucciones de las autoridades.

  • Si te encuentras atrapado en los escombros, no enciendas un fósforo, no te muevas ni levantes, cúbrete la boca y nariz con un pañuelo o la ropa, da golpes en un tubo o la pared para que los rescatistas puedan encontrarte. De ninguna manera grites, ya que puedes inhalar cantidades peligrosas de polvo.

  • No uses el baño hasta que estés seguro que la red de alcantarillado no tiene daños.

  • Revisa tu hogar para ver si hay daños estructurales. Si tienes dudas acerca de la seguridad, haz que un profesional inspeccione el lugar antes de entrar.

Fuentes: “Sismicidad y Terremotos en Chile” , Centro Sismológico Nacional - Universidad de Chile.

www.onemi.cl 

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