Veteranos de la región de Coquimbo cuentan cómo vivieron la "casi guerra" con Argentina

24 Diciembre 2018

A 40 años del conflicto en el Beagle.

Equipo El Obser... >
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Los ex concriptos se refirieron al conflicto que los trasladó al sur de Chile para defender la soberanía chilena ante la inminente guerra con el país trasandino en el año 1978. 

Vale mencionar el conflicto buscaba adjudicarse la soberanía de diversas islas ubicadas al sur del canal del Beagle, algunas como Picton, Nueva y Lennox, así como también ganar espacios marítimos estratégicos entre los océanos Atlántico y Pacífico.

En la actualidad, se cumplen 40 años de la casi guerra, y los ex soldados esperan que el esfuerzo llevado a cabo en dicho conflicto, sea reconocido por parte del Estado y también la sociedad. 

Segundo Tello, Humberto Lazo, Héctor Rojas, Víctor Echeverría, Mario Mendieta y Ricardo Prado, fueron quienes formaron parte de un grupo conformado por 37 jóvenes que realizaban el Servicio Militar en el Regimiento Arica de La Serena a fines de los 70.

Víctor Echeverría relató que durante reclutamiento manejaban la información que serían trasladados a Arica, pero tras algunas filtraciones supieron que serían destinados a Punta Arenas. Por su parte, Mario Mendieta, dijo que gracias a su padrino, quien pertenecía al ejército, supo que serían enviados al sur. “Me fui algo abrigado y con zapatos mocasines que se usaban en la época, y allá dábamos la hora porque era un clima distinto”.

Héctor Rojas, comentó que “todo el traslado nuestro fue nocturno, sin que la población se diera cuenta, en buses con cortinas cerradas, con el avión de Santiago a Punta Arenas despegando a las 2 de la madrugada y después llegamos al regimiento”.

Mario Mendieta señaló que cuando todos los ex soldados llegaron a Punta Arenas se reunieron, generando el inicio de una relación fraternal que se ha mantenido en el tiempo. Asimismo, Héctor Rojas indicó que fueron días difíciles, “con soldados provenientes de distintos puntos del país, con hambre. Habían soldados que comíamos dos o tres de un mismo plato, dos cucharadas uno y luego dos cucharadas otro, realmente la pasábamos mal”.

Luego, los conscriptos fueron designados a diferentes puntos de la frontera. Segundo Tello comentó que nunca supieron a lo que iban, ya que se encontraron con “una realidad caótica, porque, primero, no teníamos ni siquiera un lugar dónde dormir. Durante un tiempo, dormimos en las galerías del estadio del regimiento y había militares por todos lados de la ciudad”.

Héctor Rojas recordó que "estábamos en una trinchera, durmiendo y comiendo allí (...) parecíamos mercenarios que soldados”. Humberto Lazo, señaló que debido a la extenuante y prolongada estadía en las trincheras, los jóvenes perdieron la noción del tiempo con el transcurso de los meses. “No sabíamos en qué día estábamos viviendo. Si era lunes o martes, daba lo mismo, sólo veíamos pasar las horas”.

En este contexto, es que hubo un hecho que marcó a los conscriptos y es conocido "La última cena". “Me acuerdo de una navidad, el 19 de diciembre de 1978 fue el tiempo más crítico entre Chile y Argentina, a nosotros nos hicieron firmar un documento el cual podíamos enviar algo a nuestra familia, nos dieron la última cena, en que nos entregaron un escapulario. Era triste, llegaba la Navidad y nos dieron una bolsa con medio pollo, medio cartón de cigarros y caramelos, media botella de ron, y hacíamos té caliente, lo poníamos en el hielo para tomarlo como una bebida”. Humberto Lazo, agregó que “en ese momento, nos pasaron un medalla de guerra para que en caso de falleciéramos en combate, fuéramos reconocidos”.

La disputa generó una tensión inusitada entre los países que en aquella época eran gobernados por dictadores, y que solo cesó gracias a la intervención de Papa II, en diciembre de 1978. En 1984 se firmó el tratado de Paz y Amistad, donde ambas partes quedaron conformes con lo establecido.

Héctor Rojas, dijo sobre los soldados Argentinos, “salieron como excombatientes y con una jubilación”. Sin embargo, “acá hemos tratado de pelear por algo como eso, que algo se recuerde". Consignó diario el día.