Volvemos a la normalidad después de 10 años de sequía

26 Noviembre 2016

La presidenta de la Sociedad Agrícola del Norte (SAN), María Inés Figari, se muestra positiva respecto de la productividad y las exportaciones. Eso sí, también establece que se deben sacar lecciones, en especial, en medidas para cuidar el agua.

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María Inés Figari, presidenta de la Sociedad Agrícola del Norte (SAN), hace un balance respecto de las principales preocupaciones y desafíos del sector en la región para el corto y mediano plazo, destacando que el fin de la sequía plantea un panorama muy positivo y distinto al de los últimos años, aunque también reconoce preocupaciones.

¿Cuáles son los principales desafíos para el sector en el corto y mediano plazo?

Nosotros acá podemos mirar con alegría que nuestros campos se han vuelto verdes otra vez por las lluvias y que se recuperan los embalses para la región, así es que la situación es normal. Ahora lo que tenemos que hacer es no cometer el error de gastarnos el agua y ser lo más eficientes posible con los riegos. 

¿Qué se está haciendo al respecto?

Hay distintos métodos. Preocuparse de las mangueras, por ejemplo; contar con estanques en los predios, también.

¿Ha habido innovaciones en este ámbito?

Permanentemente, la técnica va variando y se va modernizando. Lo mismo pasa con la tecnología, por lo que hacemos estar siempre atentos a los que está pasando 

¿Cuáles son las mayores preocupaciones del sector?

El presupuesto está golpeando a la agricultura. Estamos comprometidos con los bancos, pero estamos conversando para salir adelante. El tema marcha lento, que es lo que más nos preocupa, para poder contar con capital de trabajo para la nueva temporada, que ya comenzó como 15 días más adelantada. Los parrones ya están todos brotados. 

¿A qué atribuye esta situación con los bancos?

Se produce por las crisis anteriores, en las que varias empresas grandes quebraron y salieron; eso repercutió a los medianos y a los chicos, porque los bancos piensan que si a los grandes les pasó, se puede repetir con los chicos. Aunque no es menos cierto que hay una restricción fuerte a nivel bancario en general, dada la contracción económica. 

¿Hay algún aspecto en la Sociedad Agrícola del Norte esté poniendo un énfasis especial en estos días?

Las nuevas ideas van de la mano con la comercialización. Estamos atentos para tomar medidas y enseñarles a los productores a trabajar independientemente, no solo al amparo de la exportadora, sino que solos. Les hemos ido demostrando que es un buen propósito unirse unos con otros. Hasta aquí nos ha resultado bien. Vamos despacio, pero ya tenemos una muestra positiva de los primeros que han salido solos y eso sirve para sean más los que se entusiasmen. Es un proyecto a largo plazo. 

¿Qué proyecciones hace para los próximos años?

Son bastantes positivas, porque volvemos  a la normalidad después de 10 años de sequía. Ya llevamos un año de recuperación y pronto nos acercaremos a los índices que teníamos antes de la sequía. 

¿Un futuro halagüeño, entonces?

Sí, por supuesto. Tenemos mucha nueve en la cordillera, que es un respaldo grande; los tranques van bien, el embalse La Paloma ya está a un 30 o 35 por ciento y eso es un muy buen augurio para lo que viene.