Los diputados Mario Bertolino y Marcelo Díaz dijeron que la poca fiscalización de la eliminación de desechos peligrosos, en especial, el aceite quemado de auto, debe ser verificada y solucionada
Titulo Exterior:
Poca Fiscalización de Desechos Peligrosos tiene sus Primeras Reaccione
Los diputados Mario Bertolino y Marcelo Díaz dijeron que la poca fiscalización de la eliminación de desechos peligrosos, en especial, el aceite quemado de auto, debe ser verificada y solucionada
Hace unos días el Observatodo reparó en un "detallito" que revestía antecedentes de posible contaminación y peligro para los habitantes de la IV región:
el aceite de auto es llevado a Santiago para ser neutralizado y eliminado, pero no todos los lugares en que puede generarse este nocivo elemento son supervigilados de manera permanente para controlar el correcto proceder en esta materia.Es habitual que se utilice aceite para acondicionar el motor de los vehículos,
pero nuestra investigación nos llevó a enterarnos que algunos talleres no cuentan con empresas que recojan el aceite y lo lleven a Santiago para realizar el proceso correcto, sino que lo venden a empresas que lo utilizan para antorchas o pavimentar caminos. Sin embargo, antes de que se contara con este servicio el aceite era depositado en quebradas.Al enterarse a través de nuestro medio de las dificultades que existen por parte de Seremi de Salud para fiscalizar la eliminación de este desecho, que puede llegar a contaminar seriamente el ecosistema, los diputados Mario Bertolino (RN) y Marcelo Díaz (PS) dijeron que es una situación que debe ser estudiada.
Mario Bertolino explicó que en su rol fiscalizador entendía que este es un tema de importancia para la región y que
enviaría un oficio al Ministerio de Salud para consultar posibles soluciones en esta materia.Por su parte,
Marcelo Díaz explicó que
pondría el tema en el tapete entre los incidentes de la próxima sesión parlamentaria para buscar soluciones.El aceite de auto es acumulado por 3 semanas o un mes en galones que son retirados por empresas para ser tratado y eliminado correctamente en Santiago, sin embargo,
el número de fiscalizadores de la Seremi de Salud no dan a basto para vigilar el correcto proceder de todos los talleres, dando así prioridad a servicentros y mineras. Esto genera que muchos talleres mecánicos pequeños o incluso usuarios que hacen el cambio en casa queden en libertad de eliminar el tóxico de la manera que estimen conveniente.
Sin duda
esta situación refuerza la necesidad de un Ministerio de Medio Ambiente que regule ciertas situaciones porque, aunque parezca un lujo, el cuidado de nuestro entorno nos garantiza recursos naturales de los cuáles depende nuestro futuro.