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Con el objetivo de mejorar el servicio que ofrecen los taxis básicos, ejecutivos y de turismo, y hacer frente a las denuncias que se reciben, fiscalizadores de la Seremi de Transportes y Telecomunicaciones, se encuentran reforzando los controles a este tipo de vehículos.

“El taxi es un medio de transporte en el que se mueven cientos de personas todos los días, y cuya calidad de servicio queremos seguir mejorando y por lo mismo, estamos reforzando las fiscalizaciones para resguardar el servicio que se entrega, y verificar que se cumple con todo lo que exige la normativa vigente”, indicó el Seremi de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Fuentes.

La autoridad regional de Transportes también destacó que los controles incluyen fiscalizaciones con “pulsómetros”, dispositivos que verifican el buen funcionamiento de los taxímetros y que estos no se encuentren alterados, y de esta manera, evitar los cobros abusivos de aquellos conductores que cometen actos que no corresponden.

La normativa vigente señala que un taxímetro en buenas condiciones detendrá su operación y no continuaría con la contabilización de metros y tarifa, además de generar una alarma sonora, en caso que se enfrente a una intervención anormal como en este caso la generación de pulsos, mientras que uno que está acondicionado seguirá operando al ser conectado al pulsómetro.

En lo que va del año, en la Región de Coquimbo se han realizado 235 controles a taxis básicos y 88 a taxis ejecutivos y de turismo. De estas fiscalizaciones, se cursaron 21 infracciones a taxis básicos y 9 la modalidad ejecutiva. Todas las multas cursadas, corresponden a condiciones técnicas de vehículos, y hasta ahora no se han detectado taxímetros adulterados.

El portar un taxímetro adulterado o acondicionado es considerado una infracción grave de acuerdo a la normativa vigente que tiene asignada una multa que puede ir entre 1 y 1,5 UTM, es decir llegar hasta los $70.000.

La normativa también señala que los reincidentes de infracciones gravísimas o graves, cometidas en últimos 3 a 2 años respectivamente, se les impondrá el doble de la multa para cada infracción, la que se elevará al triple en caso de incurrir nuevamente en esa conducta. Esto, sin perjuicio de suspensiones o cancelaciones de licencia.