Hacer un comentario

Detesto este tipo de fiesta ya que los peregrinos han perdido el rumbo, mas que una fiesta cristiana o mas bien dicho una fiesta donde se celebra fe cristiana , se han convertido en verdaderos bazares en donde a lo único que van los peregrino es a ver las oferta del comercio establecido en dichas supuestas fiestas perdiendo el verdadero rumbo que es la adoración del culto, lo dicho se puede comprobar al asistir a este tipo de fiestas como por ejemplo la fiesta de la virgen de la candelaria en Copiapó, la fiesta de Andacollo y la fiesta de la virgen de la piedra en Combarbalá. Donde queda de manifiesto que mas que fiestas de adoración al culto han pasado a ser impotentes centro de comercio.
Con respecto a que la iglesia a sido declarada monumento nacional, ya era hora, por fin podrán postular a algún fondo para efectuar las reparaciones que necesitan hace ya mucho tiempo.