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Oksana Ben Lado: La Novia Rusa de un Chileno

18 Septiembre 2006
Las consecuencias de convivir con idiomas diferentes
Gonzalo Plaza >
authenticated user Corresponsal
El Antofagastino Arturo Guerra, cual terrorista del amor, viajó a Bielorrusia para encontrar pareja. Y, la encontró. Una imponente rubia de nombre Oksana, al lado de la cual parecía llavero, pero el compadre dichoso.
Luego de unos paseos alrededor de la plaza -tipo La Serena antigua-, se la trajo a su casa y está feliz, especialmente, porque según sus propias declaraciones, cuando llega del trabajo, lo está esperando junto a su fiel computador.
Como ella casi lo único que sabe decir en español es ¿vamos?, y el “da”, es decir, sí en ruso, lo demás lo hablan a través de un traductor computacional.
Pero, la cosa no es para ponerse negativo, tiene sus ventajas.
Por ejemplo, los tortolitos pueden mantener una cálida y agradable relación, en la cual el silencio es mucho más prolongado que los debates, y por otro, que esa única palabra que domina la estupenda Bielorrusa; “¿vamos?”, es posible afrontarla con cierta dignidad mientras dure la luna de miel, unas dos veces al día, y luego por ley de la naturaleza tendrá que ir decantando a una al día o tres a la semana, de lo contrario el chico desaparece.
La pregunta del millón, en realidad es : ¿Qué pasará cuando al antofagastino se le pierda el computador?, o peor todavía, en caso que Oksana aprenda a hablar español con más fluidez, y comience a urgir.
Se me ocurren dos estrategias:
a) Olvidarse del computador y adecuarse a convivir sólo sonriendo; o
b) Ir hacia la comunicación verbal, tanteando cuidadosamente el terreno, y decidiendo a cada paso si avanzar o quedarse.
Aparentemente, esta columna puede parecer un tanto banal, pero si la lees con atención, te darás cuenta que la historia relatada, es una foto del diario vivir de los chilenos, con la única modalidad que los idiomas diferentes habitan detrás de las palabras, muy cercanos a nuestros niveles de conciencia, cultura y educación.
Sólo un ejemplo:
Lo que algunos sectores califican de delincuencia y violencia callejera, otros lo entienden como conductas que no revisten ningún peligro para la sociedad.
Las preguntas más de fondo todavía, son:
En el caso de la pareja feliz; ¿Cuál de las dos culturas irá imponiéndose?, y ¿Cuáles serán sus efectos?
En el caso de nuestro país; ¿Qué sector de nuestra ciudadanía se irá tomando el poder ciudadano?
Los que queremos circular por la ciudad sabiendo que llegaremos sanos de vuelta a casa, y que nuestras hijas no estarán agonizando en algún hospital, o los idealistas luchadores por los derechos humanos que destruyen, saquean y matan, porque no quieren nunca más violencia en Chile.
En idiomas diferentes, ambas alternativas serían correctas.

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